lunes, 18 de noviembre de 2024

Esther Peñas entrevista a Ferrer Lerín

Esther Peñas Domingo entrevista a Francisco Ferrer Lerín para el volumen Ardiente balbuceo. Libros de la resistencia, Madrid, 2024.
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• Comencemos hablando de Grafo pez. Uno de los riesgos de todo autor es que “la Palabra se vaya perdiendo” y encoja, que apenas tenga un resto de importancia. ¿Cómo detectar que uno no tiene modos distintos que contar?
El encogimiento de la palabra y el agotamiento del modo de escribir son asuntos de gran dramatismo pero de distinta etiología. El poema a que usted se refiere, La Palabra, que por cierto es un poema de encargo, fenómeno único en mi escritura (me lo pidieron los comisarios de la exposición que la universidad de Málaga dedicó a mi obra artística y literaria, para encabezar el libro-catálogo de la misma), cuenta el proceso de búsqueda de la palabra elemental, la palabra que todo signifique, la palabra única, el hápax universal, y, también de su desgaste, de su agonía, por su uso abusivo. Por otra parte, el libro Grafo Pez, que también contiene el poema, es el ejemplo de la segunda parte del binomio, el agotamiento de la fórmula de escritura; tras pasar por distintas etapas, mi proceso de construcción de poemas tocó techo, terminó ante el peligro de que ya todos mis poemas fueron réplicas, y este término se cumplió con la publicación de Libro de la confusión en 2018, pero entonces ocurrió algo, tuve una especie de eyaculación lírica que produjo una serie de poemas que se recogieron en este oportuno Grafo pez, de 2020, verdadera, definitiva, coda de mi poesía.
• ¿Es la novedad un valor en sí mismo?
Es un valor al alza en las publicaciones de corte académico, una exigencia que deja de lado la calidad del trabajo para premiar, diría que casi exclusivamente, la condición virginal del mismo. Esto en cuanto a la primicia; si usted se refiere a lo que pueda suponer de valioso en la historia de la literatura el empleo de nuevos presupuestos escriturales... es una cuestión que habría que dejar a la voracidad de los teóricos de la literatura.
• En el poema, la ‘Hermana Menor’ se traga una piedra incandescente que la fecunda. ¿Cómo se reconoce lo insólito?
Queda claro que el dato que recupera de ese poema tiene bastante de insólito. Existen baremos para medir lo que se considera habitual y lo que se aparta de ello. Son baremos móviles, que siguen las modas y que, por ejemplo, en la actualidad, están en proceso de restricción... a menudo lo habitual corre en paralelo con lo limitado, con lo reaccionario.
• Las analogías que se establecen en la poesía tienen más de voluntad, de alquimia, de azar, de arbitrariedad..?
Se ha repetido hasta la saciedad que el azar no existe, que la escritura automática no existe, que el poso cultural es quien establece las analogías; pero es indudable que, a veces, esas conexiones surgen de manera harto azarosa y uno duda, duda más que de costumbre.
• “Un poema es el espacio que no permite pensar en mi/ sin pensar en él”. Esto, ¿cómo se consigue?
Pues no lo sé, tampoco se trata de responder con brillantez a todo lo que se me pregunta, incluso como en este caso no se trata siquiera de dar con la respuesta. Mi poesía, como mi narrativa, se sustenta en gran parte en la utilización de materiales reciclados, en frases pronunciadas por otros que, a menudo no sólo no son poetas, sino que ni siquiera son personas que están en su sano juicio.
• Junto con el caso de Rafael Soler, el suyo es el único que conozco en el que se está más de veinte años sin escribir, para regresar con una fecundidad pasmosa. ¿Para quién se escribe?
Tras 33 años de agrafía volví al ruedo por una circunstancia en cierto punto azarosa como fue la irrupción de un grupito de seguidores durmientes de mi obra tras pronunciar una charla anodina en el Instituto Francés de Barcelona. Acepté, y aún no sé por qué, la invitación por parte de ese Instituto a dar esa charla y acepté, aún no sé por qué, a reiniciar la producción literaria tal como me pidieron esos seguidores por mí desconocidos. ¿Para quién se escribe? En la infancia / adolescencia para uno mismo, por el placer que procura leerse; en la juventud, para satisfacer el ego creyendo que deslumbras a familiares y amigos; en la madurez y en la senectud por necesitar al lector, por instalarse en la creencia de que sin el lector no existe el autor... de ahí el éxito de plataformas como el blog y las redes sociales, que permiten ese contacto de manera rápida.
• ¿Es usted un adulto escéptico?
Soy científico, exijo pruebas fehacientes de la existencia de lo que sea, de la validez de mi obra, del cariño de los míos, de los propósitos benefactores.
• ¿Por qué esa querencia a hacer de la biografía, de uno mismo, estallidos de ficción?
Sé que es de mala educación pero no me queda más remedio, a lo largo de esta entrevista y a lo largo de todas las entrevistas que suponen mi trato diario con la gente, hablar de mí, por honestidad intelectual, por estar convencido de que no estoy autorizado, por desconocimiento, a hablar de los demás. Dicho lo cual, afirmo que mi biografía, y esto ha obrado y obra en perjuicio de una consideración crítica rigurosa de mi obra, es ella misma una sucesión de esos estallidos que parecerían de ficción si yo no supiera que de ficción tienen poco, que está anclados en la más cruda realidad.
• ¿Y si usted terminara creyéndose usted mismo?
Eso ya ha sucedido... y le aseguro que no pasa nada, que me va muy bien.
• ¿A dónde se viaja cuando se escribe? ¿Y cuando se lee? ¿Disfruta más de uno o de lo otro?
Al leer se debería poder viajar a los universos creados, pero esto ya sabemos que no siempre es así, que la capacidad fabuladora falla. Al escribir, en mi caso, recreo situaciones vividas, aunque, cada vez más, sin distinguir entre el mundo de los sueños y el mundo de la llamada realidad. Disfruto mucho más imaginando que leyendo a los demás, en general los libros de ficción resultan predecibles, prefiero los manuales que se toman, o dicen que se toman, las cosas en serio.
• Ornitólogo, herpetólogo, jugador de póker, sibarita... Cuánto uno tiene tantas pasiones, ¿la poesía se resiente?
La poesía, y cualquier género literario, necesita el apoyo urgente de otras disciplinas para disponer de léxico y de la manera apropiada de describir determinadas situaciones. Un escritor no ornitólogo jamás podrá describir, con propiedad, el vuelo de un milano real poco antes de posarse en la insegura rama de un álamo muerto.
• ¿Qué disposición de ánimo hay que tener para hallar el deslumbramiento y la extrañeza?
Uno de los motores del mundo, junto con el combate contra el aburrimiento y el aprecio por las pequeñas rijosidades, es la capacidad para mantener viva la capacidad de asombro. No se trata de llevar permanentemente impresos los rasgos propios de los capitanes de la perplejidad, pero sí estar dispuesto a recibir las señales que llegan de actos, palabras, imágenes que hasta la fecha no formaban parte de la nómina. Dejarse deslumbrar es tener la capacidad intelectual que permite emitir un juicio, comparar, tener modelos culturales que pueden ser contrastados. Ahora bien, si la pregunta circula en el otro sentido, en el de la capacidad para crear deslumbramiento, para hallar los resortes que permitan deslumbrar a los demás, ahí volveríamos al principio, a la genética y, muy en segundo término, a nuestro caudal de conocimientos.
• Es un entusiasta de las carroñadas. ¿Qué tienen de poético?
No es necesario que todas las actividades humanas, la misma vida, estén revestidas por el hálito poético, entendiendo “poesía” sensu stricto. La carroñada, y Wikipedia no admitió este artículo, tiene otros valores también notables, como el sobresalto ante la irrupción súbita de a veces cientos de buitres leonados, de estructuras de 2,70 metros de envergadura caídas del cielo, y el apasionante proceso de la desaparición de la carne, no necesariamente putrefacta.
• Como defensor de los grandes carroñeros, ¿cree que el trato con las mascotas es un síntoma de los desquiciados que estamos? (las llevamos a la peluquería, hay masajes para mascotas, tiendas de dulces, les hablamos como si pudiéramos tener con ella una conversación…)
En primer lugar quisiera intentar una corrección lingüística. Mascota, es, fundamentalmente, aunque ahora la Academia, como con otras muchas voces, tiene un comportamiento laxo, un objeto inanimado. Los perros, gatos, periquitos, etc., son animales de compañía. Pronunciada esta soflama, diré que el animalismo ha barrido al ecologismo y que se ha pasado de un loable esfuerzo por proteger la naturaleza, en particular las especies animales más amenazadas de extinción, a proteger a las especies animales domésticas para volcar en ellas la dedicación, la ternura, el amor, que el pequeño burgués necesita expresar. Todo ello, desde luego, con el beneplácito de la industria auxiliar, que tanto fabrica alimentos, como medicinas, como monta gabinetes de manicura láser o camposantos para esas encantadoras criaturas.
• ¿Por qué cree que la explosión demográfica es origen de todos los males, como se da a entender en Familias como la mía?
Un tema tabú para los administradores mundiales, sean religiosos que buscan que progrese la miseria como caldo de cultivo para nuevos creyentes, sea la izquierda política en aras de la libertad del individuo a elegir cuántos hijos traer al mundo, sea la derecha con sus remilgos y su necesidad de obtener mano de obra barata, la cuestión es que nadie frena la escalada natalista, y los recursos naturales, y la ocupación del territorio, cada vez más acuciantes suponen un gigantesco precio a pagar por todos los ecosistemas. Las migraciones, las hambrunas, la contaminación, el calentamiento global, las guerras, todos los desastres que nos llevan inexorablemente al caos, nunca podrán ser controlados si no se frena el aumento demográfico. Y que nadie crea que el hecho de que algunos iluminados reclamen más partos en Europa sea el principal de los problemas pese a lo que tiene de falacia de cara a resolver, por ejemplo, el pago de las pensiones, el problema reside en el Tercer Mundo donde, tras esquilmar los bosques, esa masa hambrienta de desesperados esquilmará la cultura y la vida de Occidente.
• ¿Todo asunto es susceptible de ser abordado con humor?
Para no escandalizar diré que es susceptible de ser abordado con humor... casi todo. Y, entrando en un terreno propio, también diré que el uso del humor en mis escritos ha suscitado y suscita, entre algunos, acerbas críticas y obstinado repudio. Recuerdo cuando en 2012, en la presentación de mi libro Gingival en la librería zaragozana Cálamo, se me levantaron dos asistentes, que no iban juntos, primero uno y al cabo de un rato otro. Luego Antón Castro, que me acompañaba, me contó que varias personas, esos años, le habían hablado, sumamente molestas, del tipo de humor que yo practicaba.
• ¿Cómo alimentar un elemento necesario en la escritura, la imaginación?
La imaginación es un poderoso puntal durante la juventud, disminuye en la madurez y desaparece en la senectud. De hecho, las fuentes de mi poesía se han ido modificando con el paso de los años en función de esa disminución. Primero, no necesité apenas apoyarme en mis lecturas, luego aunque me apoyaba en ellas disponía aún de la suficiente fuerza imaginativa para transformarlas, y, ahora, es el traslado directo de sintagmas y palabras ajenas lo que soporta mis versos... eso sí todavía armados con la cadencia que me es propia. ¿Cómo alimentar la imaginación? No lo sé, creo que su declive obedece a un proceso natural... quizá algunos alucinógenos lo frenen e incluso lo revierten... pero soy reacio a esas prácticas.
• ¿Dónde debería colocarse la frontera entre la vigilia y el sueño?
Supongo que los que hacemos de los sueños un material dominante para la redacción de nuestros textos, de los microrrelatos en mi caso, tenemos dificultad creciente para deslindar ambos estados. A menudo no soy capaz de saber si determinados recuerdos pertenecen o no al mundo onírico.
• ¿Es más auténtico el mundo onírico que el de la vigilia?
“Auténtico” es una palabra quizá de otros ámbitos. Diría que con un manejo avanzado de los sueños, me refiero a la capacidad para detenerlos, a la capacidad para recuperarlos y enlazarlos, resulta más confortable soñar que moverse entre los vivos.
• Su poesía opera con herramientas próximas al surrealismo (desestabilización de los ejes de significado, introducción de lo onírico, lenguaje sin vocación lírica), y sin embargo nada tiene que ver con él, emparenta más con el ritmo versicular de Perse o de Pound. ¿Le molesta, le irrita, le complace no haber estado incluido en la antología de Castellet?
El surrealismo, para mí y para los miembros que traté de mi generación, si es que se puede hablar de esta figura, tuvo más impacto a través de las artes plásticas que de la lírica y de la narrativa. Saint-John Perse en poesía y Borges en prosa fueron las claves de mi entrada en el universo literario. Cuando se gestó la antología de Castellet, aunque quizá no fue Castellet quien la proyectó y desarrolló, yo no vivía en Barcelona y estaba absolutamente desconectado del mundo editorial; de hecho ni supe de la publicación del libro. Luego, cuando regresé a la escritura, muchos años después, algunos me preguntaron por lo que usted me pregunta y, al principio, contesté, sinceramente, que me daba igual, aunque luego, ante tanta insistencia, empecé a pensar que una mano, si no negra al menos marrón, había maniobrado para que yo no estuviera en esa biblia. Ahora todo eso queda demasiado lejos.
• ¿Por qué esa irritabilidad hacia la poesía social?
Podría decir, con Oscar Wilde, que cualquier carga moral resulta inaceptable en literatura, pero esa no era la razón para el repudio a ese tipo de poesía; creo que, en general, se situaba muy lejos de la excelencia, y que había otros caminos, poco o nada explorados en España, en ese momento, por los que era necesario progresar.
• Usted suele explicar que está atento a todo tipo de ‘generadores de palabra’ porque suele haber en ellos un “sintagma aprovechable” que sirva de detonador para su escritura. ¿Cómo se reconoce ese ‘sintagma aprovechable’?
Siempre la subjetividad. Lo que se acerca a lo que escribo o a lo que quisiera escribir, es lo que llama la atención, y cuando descubro esa palabra o esa frase, inmersas a menudo en un magma poco distinguido, siento la necesidad de recuperarlas, integrarlas en mi producción, cada vez menos propia desde luego.
• Si tuviera que recomendar a un amigo un par de títulos de Ferrer Lerín, ¿cuáles serían?
En poesía, Fámulo (2009); en prosa, Papur (2008), por cierto de próxima reedición.

viernes, 18 de octubre de 2024

Diego Mejía Estévez entrevista a Ferrer Lerín

Diego Mejía Estévez entrevista a Francisco Ferrer Lerín. Revista DIGNOS Y HUMANOS de la Universidad Rosario Castellanos. Nº 6. Agosto 2024. México.

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Introducción

Hablar de la trayectoria literaria de Francisco Ferrer Lerín permite, de algún modo, dar buena cuenta del devenir de la poesía española e, incluso, de la poesía en lengua española de los últimos tres siglos. Esto por la forma en que, al inicio de su trayectoria, recoge la influencia de Rubén Darío; cómo forma parte de la última gran movida de poesía española y, finalmente, escribe algunos de los poemarios más potentes y enigmáticos del siglo XXI. Es el primero y el último del grupo de los llamados Novísimos, por su carácter de iniciador de tal grupo o generación, y a causa de su largo silencio, que, en suma, describe un momento insoslayable de la literatura. Hace algunos años tuve el privilegio de entablar relación con Francisco, en cuanto lector admirador, y luego como colaborador al traducir una selección del Mirycae de Giovanni Pascoli (conjuntamente para la revista La Mascarada), una de las grandes joyas del decadentismo italiano, sin versión a nuestra lengua. Francisco, quien trabajó para Salvat y tradujo a Eugenio Montale, sería fundamental entonces para entender la evolución de géneros tan diversos, en el entorno de las últimas décadas, como la poesía, la traducción, el aforismo, así como el trayecto de la industria editorial de Hispanoamérica. Ciertamente, tengo el privilegio de intercambiar palabras e ideas con el jugador, versificador, ornitólogo, legendario escritor y artista, a quien agradezco las siguientes líneas.

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-En este momento, ¿hay algo qué te gustaría escribir, republicar o traducir?

La evolución de mi escritura corre paralela a la evolución de la relación con sus fuentes. Mis primeros poemas, infantiles, tratan de imitar a Rubén Darío y, luego, al entrar en la adolescencia, al descubrir a Saint-John Perse y a Jorge Luis Borges, me alejo quizá de la imitación para entrar en una situación de “inspiración”, apoyada en otros dos autores, ajenos formal y conceptualmente a mis presupuestos, Camilo José Cela y Ana María Matute. Más adelante, en una etapa en la que ya conviven poesía y narrativa, soy capaz, creo, de asimilar las fuentes, que en el caso de Perse y Borges permanecen, elaborando un producto autónomo que, tras un período de agrafía literaria de treinta y tres años (1972-2005), tiene continuación en una etapa de madurez que, ahora, desemboca en una etapa senil. Parece lógico pues que en esta etapa senil, terminal, en la que me hallo, con las neuronas incapaces de crear, vuelva a apoyarme en las fuentes y, que cada vez con mayor descaro, llegue a incluir, en mis textos, palabras o incluso sintagmas de otros autores, o me lance a copiar, sin pudor, párrafos o estrofas que considero óptimos y necesarios de ser recuperados.

Son varios los “subgéneros” pergeñados a partir de mi retorno a la escritura a principios de este siglo XXI; Paleografías, Biografías, Series, Casos, Diarios y ahora, y contestando por fin a la pregunta que se me formula, un subgénero aún sin rotular, sustentado en la recuperación de relatos breves que no se difundieron bien y a los que añado comentarios con pretensión de ser esclarecedores y/o enriquecedores; una maniobra correlato de la aridez cerebral pero aún con cierta capacidad para la relectura y la recreación.

-En 1964 estabas publicando De las condiciones humanas. ¿Para 2020, año en que aparece Grafo Pez, qué ha mutado en tu poesía?

De las condiciones humanas se publica, efectivamente, en 1964, pero sus poemas se escriben entre 1959 y 1961; quiero decir que con 17 / 19 años es imposible que la producción lírica no adolezca de grandes dosis de ingenuidad y, en mi caso, por mi condición barcelonesa, de grandes dosis de necesidad de deslumbrar, de sorprender, de epatar mediante alusiones sexuales y cultas para demostrar que sí, que soy joven, pero experto en las artes amatorias y poseo una desmedida cultura. Grafo Pez es, y será, mi último libro de nuevos poemas, tras él, se publica Poesía reunida (2023), un volumen de más de quinientas páginas que el editor, Tusquets, no quiso titular “Poesía completa” por si, equivocadamente, se me ocurría escribir algún verso más. Grafo pez supone el término de la evolución de mi sistema poético, cualquier prolongación resultaría dramática, grotescamente repetitiva, haría buena esa máxima terrorífica de que los poetas, a partir de un punto, nos limitamos a generar copias o, siendo más rigurosos, los poetas, a lo largo de nuestras vidas, sólo escribimos un poema.

-¿Cuál piensas que sea el cambio más profundo en la industria editorial de hoy en día?

No soy experto en negocios editoriales pero así, a vuela pluma, diría que su apuesta es por escritoras jóvenes, tanto en el ámbito de la narrativa como en el de la poesía. Escritoras desinhibidas, a menudo brillantes, vigorosas en su escritura, que abordan cuestiones vinculadas al feminismo y a la ecología, en ambos casos desde una óptica radical y evolucionada, es decir un feminismo de propincuidad lésbica y un ecologismo con deriva animalista.

-¿Cuáles son los elementos más importantes para ti cuando escribes narrativa?

La poesía tiene a su favor su concreción, su brevedad, su intensidad. La narrativa es muy difícil que mantenga esas características, vitales para que el libro no se te caiga de las manos. En mi escasa aventura dentro del campo de la narración larga, he intentado fragmentar el texto, no sólo en capítulos breves, sino en párrafos gráfica y conceptualmente reconocibles. Un proyecto en el que llevo demasiado tiempo trabajando, la “novela” Vórtex, se caracteriza por esa compartimentación que, espero, el editor pueda mantener aunque esto supongo utilizar un mayor número de hojas. De todas maneras es en el relato breve, circular, donde me he prodigado en estos últimos tiempos, un artefacto, para el que el profesor de la universidad de Zaragoza, Antonio Viñuales Sánchez, acuña el término “caso” y que da pie a Casos completos. Ferrer Lerín (2021), libro que el profesor introduce, selecciona, epiloga, diciéndonos que ‘el caso se caracteriza por ser la narración de un suceso inusitado o extraordinario del pasado reciente que rompe con una norma’.

-¿Te gustaría que se hiciera una película o una serie basada en tu novela Familias como la mía?

La hagiografía Familias como la mía (2011) tiene una génesis compleja. En el año 2000, en plena etapa ágrafa, soy invitado por el Instituto Francés de Barcelona a participar en un ciclo de conferencias denominado “Pasiones literarias” adjudicándome la sección “La pasión en el juego”. Acepto, hablo de la novelita de Dostoyevski El jugador y, al finalizar mi intervención, rutinaria, veo que se acercan un grupo de personas, hecho que, en principio me inquieta, ya que la sala ya está vacía, por lo que miro sus manos por si llevan objetos punzantes o cortantes. Pero no, son seguidores durmientes de mi obra que han permanecido décadas esperando mi regreso y que ahora me abrazan, me besan, al grito de ¡Lerín vuelve! Entre ellos, el escenógrafo, guionista y artista visual Frederic Amat que me propone rodar un largometraje sobre mi aventurera vida. Recojo el guante y en dos meses escribo el guion Die Rabe… pero me paso de listo y escribo un guion a la vez literario y técnico a lo que Amat responde diciendo que ‘la película ya está aquí, ya está escrita, casi rodada, y para pasarla al celuloide has de ser tú quien la dirijas’. La película no se rueda y alguien del grupo, no sé si Joaquín Jordá o Fernando Savater, me sugiere que convierta el guion en una novela y a los tres meses termino P.A.M. que a través de una agencia literaria es ofrecida a Seix Barral y luego a Anagrama siendo rechazada por resultar cáustica con el regionalismo catalán. La reescribo, mitigo la causticidad, dos veces, pero no es aceptada, hasta que un editor de Zaragoza la lee y la publica de inmediato, pero no como P.A.M., rubro que se asemeja en exceso al del partido político P.A.R., sino como Níquel (2005, 2006), hasta que en 2011 el editor barcelonés Tusquets la descubre, arriesga, la compra al editor aragonés y la publica, incorporando la segunda parte inédita, Nora Peb, todo ello bajo el rótulo, bajo el verso de Rimbaud, Familias como la mía. O sea que se trata de un producto que en origen fue un guion cinematográfico y que al convertirse en novela fue diseñado pensando en una posible conversión al cine. Aún hoy espero que alguien quiera llevarla a la pantalla.

-Christian Andrès, especialista en poesía española, expone el rico y variado uso de la metáfora en tu poesía al interior de un brillante artículo titulado “Tres buceos en Grafo Pez”. ¿Qué tan arduo dirías que es tu trabajo con la metáfora? ¿Cómo sueles comenzar a trabajar tus poemas y tus poemarios?

Quizá yo sea el escritor menos metafórico. Nunca pienso con esa intención. No encuentro en mi ya extensa producción en verso y prosa una voz plasmada en el papel con traslación del sentido recto a otro figurado, tal como define la RAE este tropo. ¿Qué ocurre pues para que un erudito como el hispanista francés, Christian Andrès, profesor de la universidad de Amiens, dedique, dentro del extenso trabajo “Tres buceos en Grafo pez (2020) de Francisco Ferrer Lerín”, el segundo de esos buceos precisamente a la metáfora en mi obra, un ‘buceo’ que titula “Segundo buceo: la metáfora leriniana y la imagen”? Quizá lo mejor para aceptar esa catalogación sea recurrir a los primeros ejemplos que utiliza, los pertenecientes a la categoría de metáforas visionarias, las que, y son palabras suyas, a veces resulta difícil distinguir de las simples imágenes. Cita ‘un dormitorio de tierra’, ‘una cocina de espanto’ y ‘un gran embudo de sangre’, siendo estos tres sintagmas efectivamente imágenes, extraídas de otros textos, de otros libros de autores que ya no recuerdo, sintagmas que me impresionaron por su fuerza y que al colocarlos con cierta maestría en un poema motivaron la razón del mismo, generaron otros versos, quizá algunos de mi autoría, conformando en conjunto la realidad del poema. Otra cuestión es que su colocación, su ordenamiento, y los elementos complementarios del poema construyeran un discurso en el cual se diera a entender algo que no era lo original, esa traslación de un sentido recto a otro figurado, las características propias de la metáfora, aunque no fuera esa mi voluntad a la hora de instalarlos en el poema.

-Ya que declaras concluido tu sistema poético, ¿cómo describirías la aportación de éste a la poesía?

Resultaría pretencioso por mi parte contestar a esta pregunta. Apuntaré, eso sí, que en el vasto mundo de la Poesía nunca he pretendido modificar nada, me he limitado a seguir el dictado de una norma personal, el rechazo a resultar repetitivo tanto respecto a lo que producían otros autores (con la excepción, en mi etapa juvenil, de Saint-John Perse) como a lo que yo iba produciendo a lo largo del tiempo. No ansia de originalidad, sino ansia antitautológica.

-¿Qué podrías decir de tu trabajo como traductor? Pienso específicamente en lo que dices sobre la capacidad del poeta para crear ex novo, o bien como un artífice que recombina y reorganiza los versos y el arte de otras gentes y obras.

Es difícil decir algo nuevo respecto al arte de la traducción. En resumen, en este momento, ya muy lejos de mis años de traductor, contemplo sólo dos opciones; o versionar literalmente, al pie de la letra, o versionar por libre, dando rienda suelta a la carga literaria, a las marcas literarias propias, limitando la fidelidad al autor al campo del ritmo, de la musicalidad, de lo que suena fuera del significante, incluso del significado, de las palabras.

-A esta altura de tu trayectoria, ¿qué recomiendas a la gente joven que desea escribir, o que estudia literatura, narrativa, poesía, guionismo, etcétera?

El oficio de escritor, como ya se ha repetido hasta la saciedad, es uno de los oficios más duros; requiere constancia, austeridad, dedicación plena, en el supuesto de que la persona que desea escribir esté dotada para ello; si no está dotada que se olvide de las escuelas de escritura y/o de los consejos, por bienintencionados que sean, de sus admirados autores. Repito, cualidades previas, e intenso trabajo.

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Diego Mejía Estévez

Licenciado en Letras italianas y maestro en Literatura comparada por la FFyL de la UNAM, actualmente es responsable de carrera de la licenciatura en Humanidades y narrativas multimedia en la URC en su modalidad presencial.


miércoles, 16 de octubre de 2024

Túa Blesa cita a Ferrer Lerín

 

Extractos del artículo Liminares publicado en Tropelías. Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, número extraordinario 10 (2024)


No es el único caso de poeta que partiendo de textos científicos, bien que más modernos que los que manejó Gamoneda, ha escrito un libro que se lee, ya no como un tratado científico sino como poesía. Me refiero a El Bestiario de Ferrer Lerín de Francisco Ferrer Lerín. Él mismo, muy a lo filólogo, anota en cada una de las entradas las fuentes, más de treinta, de las que reescribe la descripción, etc., de los animales, incluidos monstruos, que componen el volumen. A la pregunta que se hace Ferrer Lerín en el «Introito» sobre qué sea su libro se responde entre otras cosas «Sin duda un bestiario» y también «Poemas de vanguardia, aforismos totales, entradas de diccionario transmutadas en potente literatura: un bestiario cuya grandeza es más verbal que conceptual».

Tanto un poeta como otro, dos grandes de la poesía contemporánea, coinciden, pues, con la opinión de Novalis, de que la ciencia acaba por convertirse en poesía. De esas lecturas maravillosas que atraviesan los liminares de la literatura y entran en ese espacio selecciono prácticamente al azar un par de muestras:

De la comadreja dicen algunos que concibe por las orejas y pare por la boca, pero el papa Clemente lo dispuso al revés. En el Physiologo está escrito que pare los hijos muertos y luego los resucita, y todavía este animal tiene de extraordinario, según el dominico Tomás de Cantimpré, que su testículo izquierdo, envuelto en el pellejo de una gallina, es generación de un huevo. [Gamoneda].

ANGUILA. Es pez que se cría en lagunas cenagosas, muy semejante a la culebra; no tiene escamas por cuya razón es tan lúbrico y deleznable. Se engendra de la crasitud y bascosidad del cieno porque nunca se hallaron huevos ni hay señal por donde se distinga macho de hembra. Si se deja morir a este pez fuera del agua, poniendo inmediatamente todo su cuerpo en infusión con vinagre y sangre de buitre y se coloca en seguida todo bajo de un muladar, esta composición hará resucitar a todo ser viviente. Cuenta Guillermo de Malmesbury: «Un deán de la iglesia del Gin, en la provincia de Murray, en Escocia, no habiendo querido ceder su iglesia a unos piadosos monjes los fue cambiando en anguilas a las que el hermano cocinero guisó a la marinesca». (Lo cita M. Salgues en sus «Errores y preocupaciones», tomo 1.º, pág. 323). [Ferrer Lerín].

En un contexto, pues, en el que la originalidad es un valor y no la copia, la copia resultará ser original y tendrá un valor de ruptura e innovación. Y no es solo ese texto, en la literatura contemporánea esta práctica es (relativamente) común. Un ejemplo de este mismo modo de composición se lee en el libro Hiela sangre, también del poeta y novelista Francisco Ferrer Lerín.


Libro de Cetrería del rey Dancos


El primer capítulo es del dolor de cabeça.

El segundo capítulo es del malo agro.

El terçero capítulo es del malo tesgo.

El quarto capítulo es de la gota artética.

El V capítulo es de la gota que naçe en la gorja.

El VI capítulo es de la gota mortal que naçe en la cabeça et en las rrenes.

El VII capítulo es de la gota ffilera.

El VIII capítulo es de la gota de la garffa, et aqueste es mal que parece de fuera.


El poema se extiende hasta el verso que nombra el capítulo 29, pero baste con este fragmento. Como es evidente, se trata de un índice y lo es, en efecto, de un libro medieval, del que se reproduce en el título del poema; añadiré que el poema pertenece a la sección «Experimenta», de lectura muy recomendable con variadas apropiaciones en los textos. Todo es, pues, copia en «Libro de Cetrería del rey Dancos» y hay que añadir que al mismo tiempo todo es innovación en el poema. Por lo demás, no es el único caso en la poesía de Ferrer Lerín en que todo el texto es resultado de la apropiación de otro texto, con la singularidad de lo inusual de los textos apropiados, como en el ejemplo citado, un tratado medieval sobre las enfermedades del halcón, una obra hoy muy restringida a unos pocos eruditos, medievalistas, estudiosos de las aves, como lo es Ferrer Lerín, ornitólogo al tiempo que escritor singularísimo, un poeta contemporáneo que lee un texto antiguo, lo rescata, quizá porque el progreso lo implica, y vuelve a ponerlo de actualidad.


Túa BLESA

Universidad de Zaragoza

tua@unizar.es

martes, 15 de octubre de 2024

Castillo de Torredonjimeno
















Enrique Castro Tárraga, alcalde de Torredonjimeno; Francisco Ferrer Lerín; Sela Ibáñez Rosa, concejal de Cultura; Carmen Aguayo Estrella, comisaria. Inauguración de la muestra sobre Arte Casual en el Castillo de Torredonjimeno (Jaén). 11.10.24. 


sábado, 21 de septiembre de 2024

Errores

 













Vite de piu eccelenti pittori scultori e architectti scritte da Giorgio Vasari.

Milano, 1807.

Volume primo, errori.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Francis de Sales

Francis de Sales nació el 23 de marzo de 1912 en Philadelphia, Pennsylvania, Estados Unidos. Fue un actor conocido por Two Faces West (1960), Mr. & Mrs. North (1952) y Rumbo a lo desconocido (1963). Estuvo casado con Doris Frances Mylott y Eileen Elizabeth Carroll. Murió el 25 de septiembre de 1988 en Los Ángeles, California, EE.UU.. [IMDB] https://www.imdb.com/name/nm0211402/?ref_=nm_mv_close

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Francisco de Sales Ferrer Lerín 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

martes, 27 de agosto de 2024

Equipo Rubor

 

Equipo Rubor


Equipo Rubor dio a luz numerosas obras gráficas y escritas.


Recordemos la sección “Equipo Rubor” del libro de poemas Hiela sangre (Tusquets Editores, Barcelona, 2013) que dispone de tres textos, ‘Clima’, ‘Senil’ y ‘Saludo’, fruto de un juego de palabras, entre dos personas, cercano al cadáver exquisito.


También, en el blog https://ferrerlerin.blogspot.com/ constan cuatro entradas:

Imágenes 1 https://ferrerlerin.blogspot.com/2012/10/imagenes-1.html

Imágenes 2 https://ferrerlerin.blogspot.com/2012/10/imagenes-2.html

Imágenes 3 https://ferrerlerin.blogspot.com/2012/10/imagenes-3.html

Imágenes 4 https://ferrerlerin.blogspot.com/2012/10/imagenes-4_12.html


De hecho, y no agotando sus colaboraciones, en el mismo libro, Hiela sangre, aparecen poemas en los que las referencias al equipo son evidentes; por ejemplo, en la sección “Varia”, anterior a la citada “Equipo Rubor”, en concreto en los textos ‘A un alma precordial, asesinada’ y ‘Todos rieron’, texto, este último, donde incluso se utiliza, alterado, el nombre y el primer apellido de ambos componentes.


sábado, 24 de agosto de 2024

Reparto 28

 










Frank Sinatra, Shirley MacLaine

Como un torrente (Some Came Running) (1958)

Director: Vincente Minnelli

viernes, 9 de agosto de 2024

Actrices 21

 




















Elizabeth Taylor

jueves, 8 de agosto de 2024

miércoles, 31 de julio de 2024

Reparto 27

 













Al Pacino, Robert de Niro

Heat (1995)

Director: Michael Mann

domingo, 14 de julio de 2024

The Vampire


 






















Contracubierta de The Vampire, Rudyard Kipling, 1898 

viernes, 12 de julio de 2024

Lejos de casa

 












Tom Holland en Spider-Man: Lejos de casa (2019)

jueves, 11 de julio de 2024

Las moradas

Una red de estancias españolas. Viviendas, distribuidas por varias regiones. Andalucía, Aragón, Madrid, Cataluña, Valencia. Espacios que frecuento y que son réplica unos de otros; misma decoración, mismos libros, ordenadores conectados, bloques o urbanizaciones con eficaz servicio de limpieza, exquisita restauración, puntual asistencia médica y, gracias a un confortable servicio de taxis de lujo, resuelta la incomodidad del traslado de unos lugares a otros. A veces, eso es verdad, no logro saber dónde me encuentro, mas quizá precisamente de eso se trate. Lo cierto es que salgo poco a la calle, a lo sumo oteo desde la terraza, todos los pisos la tienen, y siempre orientada al norte. Muchos dirán, entonces, por qué cambiar de residencia, y yo les contesto, porque las especialidades gastronómicas son distintas y, también, porque son distintas las enfermeras sexuales que atienden a domicilio.

domingo, 23 de junio de 2024

Chance Encounters and Waking Dreams. Parallel text in Spanish and English. Bilingual Edition

 











https://www.iberlibro.com/servlet/BookDetailsPL?bi=31163911073&ref_=o_3_ac 

Francisco Ferrer Lerín

Chance Encounters and Waking Dreams

Editions Michel Eyquem

San Francisco. California. EE.UU. 2016

domingo, 16 de junio de 2024

Actrices 19

 























Claudia Cardinale

Hasta que llegó su hora (Sergio Leone, 1968)

domingo, 26 de mayo de 2024

Todo lo que pasa cuando nada pasa

 
























Contracubierta del libro Todo lo que pasa cuando nada pasa de Miguel Ybarra Otín, publicado por Editorial MilMadres en este 2024.  

sábado, 25 de mayo de 2024

Blurb

 
























Contracubierta de El plural es una lata, biografía de Juan Benet a cargo de J. Benito Fernández. 


martes, 7 de mayo de 2024

domingo, 21 de abril de 2024

Prólogo a "La historia de las orugas" de Alberto Gil-Albert Gómez


La Ciencia, la Ciencia Física, la Ciencia Natural, no son recursos habituales en poesía; sólo a veces, en campos extremos del significado, surgen como ejemplo de una situación amorosa o como contrapunto de ella. Aquí, en este nuevo poemario que tengo ante mis ojos, La historia de la orugas, de Alberto Gil-Albert, la Ciencia impacta con su presencia, desde el principio, para no abandonarnos: ‘lo fue como el alumbre / el aluminio y el wolframio germinados / el sujeto de metal que se hizo barro’.

Alberto Gil-Albert arriesga, inicia La historia de las orugas repasando nuestra historia telúrica, para acompañarla, enlazarla, con notas de nuestra historia política, casi con notas de prensa, casi con trágicos scoops: ‘es el impacto sordo del apartheid, el sonido de la puerta del furgón policial’.

El soporte, potente, es una poesía narrativa y enumerativa sin disfraz, un salmo omnisciente, un repaso crítico a nuestra vida en el planeta, un reclamo a la culpa: ‘así me lo contaron los ancestros’.

Esa teológica solución, ese impreciso Big Bang que pretende resolverlo todo, es cuestionado con versos de sangre y fuego, una monumental queja ante el castigo, la consideración de oruga, de crisálida: ‘porque los nombres no nos dicen / lo que son los nombres / nos lo esconden entre oraciones’.

La Evolución, magistralmente pormenorizada, genera la angustia del cambio, la melancolía, la nostalgia de tiempos primordiales: “al principio lo fue todo”.

El libro se construye a la manera de prédica ante las afrentas a las que ha sido sometido el ser humano, y también su entorno; hay ahí, quizá plasmado de modo involuntario, la muestra indiscutible de una poderosa conciencia ambiental, un aviso, la proclama definitiva para sacudir la sensibilidad planetaria, cósmica: ‘la ceniza del desierto en el oasis’.

Hemos hablado de la estructura narrativa del poema, pero ello no excluye la calidad de los versos: ‘Soy el que habla en francés en la playa de Ashila’, ‘¿Dónde sueña la princesa blanca?’, ‘¿Dónde se calma el mar más irascible?’, ‘la más hermosa de las ciudades no habitadas’ ‘Soy la mujer aliada del verano’. Improntas endelebles de la condición de poeta de Alberto Gil-Albert.

El Tiempo, sus coordenadas, el combate irredento del Hombre ante su presencia, se explica de modo urgente. El Tiempo encabeza el poema, el poema único que es La historia de las orugas: ‘El tiempo no es otra cosa / que el nanosegundo eléctrico de la célula’. Y en ese “único" se solapan las dos acepciones capitales del diccionario de la Academia: “sin otro igual" y “extraordinario, excelente".

Señala Alberto la rebeldía del Hombre ante la ignominia y el desastre, la rebeldía ante Dios y ante los hombres: ‘el crecimiento natural de nuestra especie / sometida a la predación de los signos divinos / rebelde a la indignidad y al hambre’.

Y ahora quizá convendría recuperar el término “Poesía del inventario” acuñado hace décadas para describir la obra renovadora del antillano Saint-John Perse, la estrategia de escritura basada en el depurado uso del versículo como forma milimetrada de expresión: ‘el comercio de la miel en los panales / el de las esdrújulas sombras en verano / el de la soja bajo el confundido viento / el de la niebla sobre la tierra de trigo’.

Un libro volcado en cuatro libros en el que se da un repaso exhaustivo a las vivencias, a la memoria del autor; fotografías de su vida, sí, pero que contienen la totalidad de recuerdos y personajes que la conformaron.

Mas la gravedad, el tono serio, majestuoso del discurso poético, no deja de lado ciertos respiros, incluso sarcásticos: ‘luces hirientes de las tiendas Zara en Nueva Delhi’.

Es difícil definir, clasificar este libro de poesía, y pienso que nadie necesita que así se haga, pero planea de modo obvio sobre él una actitud exigente de identidad ante la divina y mortal espada que todo lo iguala: ‘nosotros así nos convertimos / en el horrendo despertar del nuevo día /y empezó a contarse desde entonces / para formar parte de la tribu’.

Dos primeros libros, dos primeras partes, majestuosas, con ambición registradora del transcurrir del Tiempo, del origen del Tiempo, de la definición del Tiempo; y dos segundos y finales libros, dos segundas y finales partes, quizá empeñadas en el Perdón, aunque como ya he dicho, y es condición esencial en poesía, cualquier interpretación es válida, pero innecesaria; el misterio es fundamental, no hay encantamiento sin nebulosa.

En suma, un apasionante ejercicio lírico, diferente a lo que se nos ofrece todos los días, un canto apasionado que golpea con brío nuestra inteligencia mediante el aprovechamiento, quizá exhaustivo, de la memoria, de las más íntimas referencias vitales y de la amplísima capacidad de asombro del autor, del poeta.


F. Ferrer Lerín

Jaca, 05.01.20


sábado, 2 de marzo de 2024

Hápax lobuno


 






















Manuel Milá y Fontanals recoge, en la letra de una de las canciones, el término "Lloparé" al que el diccionario Moll define como "Cau de llops" (Cado [Guarida] de lobos), precisando que "Es paraula inusitada, que només es troba en una cançó de jocs de paraules: Respon el llop / de son lloparé" ("Es palabra inusitada [hápax], que sólo se encuentra en una canción de juego de palabras: Responde el lobo / de su lobera").

viernes, 9 de febrero de 2024

Contracubierta de Atlas de Arte Casual













































Atlas de Arte Casual
Francisco Ferrer Lerín
Jot Down Books
Sevilla, 2024

martes, 6 de febrero de 2024

Lectores de Ferrer Lerín 130


 






















Carlos Turpin y su hijo con un ejemplar recién adquirido de la primera edición (1964) del libro de poemas De las condiciones humanas. 05.02.24.

viernes, 5 de enero de 2024

Actrices 18

 


















Claudia Mori

Yuppi du (Adriano Celentano, 1975) 

sábado, 30 de diciembre de 2023