Carlota Marzo encuentra dos ejemplares de Mansa Chatarra (Jekyll & Jill editores, 2014) en la librería El Péndulo, en el barrio de La Condesa de Ciudad de Méjico. 29.08.21. Foto: Miqui Ferrer.
Carlota Marzo encuentra dos ejemplares de Mansa Chatarra (Jekyll & Jill editores, 2014) en la librería El Péndulo, en el barrio de La Condesa de Ciudad de Méjico. 29.08.21. Foto: Miqui Ferrer.
El ala oeste de la Casa Blanca (1999-2006)
De izquierda a derecha: Allison Janney, Rob Lowe, Richard Schiff, Bradley Whitford.
Propongo asar a fuego lento en la plaza del pueblo a todo entusiasta del verano, a esos que proclaman a voz en grito “a mí me gusta el calor”. La hoguera, que para ellos resultará confortable, se inserta en una larga lista de tradiciones, como la septentrional de partir piedras a cabezazos o la meridional de escupir huesos de aceituna o dátil, que gozan en nuestro país de gran predicamento y cuentan entre sus practicantes con notables miembros de la cultura como el poeta Rafael Alberti que, en una competición, alcanzó la no desdeñable marca de catorce metros y veintiséis centímetros con un proyectil olivarero, no sabemos si de la variedad "mollar chafá”, escupido sobre alfombra, que no permite el rebote, limitando la distancia de llegada.
Yolanda me invita al cine. Al final llega el día. Y resulta explosivo. El NODO todavía no acabado y nuestras manos, nerviosas, ya rebuscan la anatomía contraria. Solo dos hechos no del todo placenteros: las butacas, viejas, crujen de mala manera alertando al público; y el intenso calor, africano, propicia la abundante sudoración de su cuerpo; sudoración que en puridad no es tal, Yolanda secreta leche, por todos sus poros. Le propongo salir a la calle y meternos en el coche. Acepta. Yo aún no he dejado en casa la compra de la tienda. Que incluye un bote de Cola Cao. Y deseo espolvorearla.