Una red de estancias españolas. Viviendas, distribuidas por varias regiones. Andalucía, Aragón, Madrid, Cataluña, Valencia. Espacios que frecuento y que son réplica unos de otros; misma decoración, mismos libros, ordenadores conectados, bloques o urbanizaciones con eficaz servicio de limpieza, exquisita restauración, puntual asistencia médica y, gracias a un confortable servicio de taxis de lujo, resuelta la incomodidad del traslado de unos lugares a otros. A veces, eso es verdad, no logro saber dónde me encuentro, mas quizá precisamente de eso se trate. Lo cierto es que salgo poco a la calle, a lo sumo oteo desde la terraza, todos los pisos la tienen, y siempre orientada al norte. Muchos dirán, entonces, por qué cambiar de residencia, y yo les contesto, porque las especialidades gastronómicas son distintas y, también, porque son distintas las enfermeras sexuales que atienden a domicilio.