Hoy he ido a lo de la renovación del permiso de conducir. Todo bien. Me lo han renovado. Me han cobrado 35 euros, descuento por ser mayor de 70 años, y a la hora de pagar me han dicho que no les funcionaba el lector de tarjetas. En el cambio, del billete de 50 euros, me han preguntado si no me importaba que de los 15 euros de vuelta, 5 euros fueran en monedas, tres de 1 euro y una de 2 euros. Nunca me han gustado las monedas pero he aceptado por acabar de una vez con el dichoso trámite. Al llegar a casa, y cambiarme de ropa, las cuatro monedas han ido a parar al suelo y, rodando rodando, se han desperdigado. A una no la he encontrado. Casualmente, qué mala suerte, la de 2 euros. Así se hacen ricas las mujeres de la limpieza.
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