sábado, 18 de enero de 2025

Tildes en trashumancia


Produce fatiga hablar y no digamos escribir sobre política y políticos. Mas no me resisto a comentar, eso sí de modo apresurado, ese fenómeno, propio de miembros destacados de la derecha española, en el que se traslada la acentuación de algunos apellidos, convirtiendo, por ejemplo, Suñer en Súñer, Fuster en Fúster y Semper en Sémper, que de esta manera resultan menos vulgares, más elegantes, que a nadie le gusta que le llamen sucio (Suñer / Sunyer podría proceder de un antiquísimo nombre masculino de persona, pero la realidad es que es un término aplicado a un sujeto poco aseado), ni quizá que lo consideren carpintero (‘fuster’ en Cataluña y en partes de Aragón, ‘fustero’ en Aragón e incluso en Castilla la Vieja) y, en cuanto a Semper, es obvia la serie San Pedro, Sampedro, Sampere, Sempere, Semper, nada de nada del eufónico e impostado Sémper, que aún sin tilde, que a menudo la olvidan o la desconocen, es pronunciado como palabra llana, con acento prosódico en la primera sílaba.


2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Qué raro, siempre ponen la tilde más a la izquierda.
Saludos

Anónimo dijo...

Síndrome acentuador. Una cultura desesperada y nada piadosa que se ha pasado la vida poniéndonos los acentos sobre las íes o donde más le ha venido en ganas. Fdo. Nemo Suñer.