sábado, 10 de octubre de 2015

El hombre encaramado



Recomienda el comisario de policía, jefe Gutiérrez, caminar por la calzada, nunca por la acera, en cuanto se hace de noche; así, los delincuentes apostados entre los coches aparcados son más fáciles de detectar y neutralizar. Esta madrugada, volviendo a pie a casa, tras una agotadora partida de póquer, he vislumbrado, desde el excelente observatorio que supone el centro de la avenida Nicasio Cienfuegos, una forma quizá humana, inmóvil pero que pudo ser móvil en instantes anteriores, situada en la copa de un gigantesco árbol cedro. Y, al tiempo que oía un disparo procedente del bloque de viviendas contiguo, he comprobado como la forma se desplomaba contra el suelo. Se trataba del hombre encaramado, una presencia que se repite todos los veranos y que siempre tiene un final desastroso.


1 comentario:

Istefel dijo...

En tiempos actuales hacer fuego es lo más sensato, aunque también lo más difícil.
Todo depende y pende de un sutil hilo.