viernes, 10 de enero de 2020

Valdunciel / Ciudad propia
































Fámulo 
                                                                           

Vacas de vientre
hijos de tus bragas y bueyes de tus vacas
brabán
barras de jabón roídas por los lobos
la condición del finado
señala en el toque a muerto
la campana
músculos del campo
vacas
los mulos y aquellos bueyes
cantón.

Qué habrá de comer
quizá canguingos y patas de peces
la noche produce rüidos extraños
a hurtadillas mamar a las cabras
también a las vacas
la tierra vaca
niños que sorben
clandestinos
huevos de gallinero haciendo agujeritos
vocativos de afecto
galán
amante
querido
el señor Eliazar,
de Castellanos,
vende cebollas coloradas.

Bollo maimón
pan de farinato
cazador de tendencias
(no se empleaba entonces la palabra viento)
garbanzos torrados
piedra de manteca
lanzaban su relincho
mujeres relinchando
ese jirijeo grito de la fiesta
lítote
práctica que pertenece al pasado
insoportable hedor que produce desórdenes mentales
uno de los bueyes conoció la sangre
pendejo
costumbres livianas
vieron grupos de pobres
rastro de penuria
cuando lo encontraron
matrimonio invasivo
eran los ratones
royendo las orejas.

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El poema "Fámulo" es deudor de la monografía Calzada de Valdunciel. Palabras, cosas y memorias de un pueblo de Salamanca de Pascual Riesco Chueca, Ediciones de la Diputación de Salamanca, 2003. El poema, que se publica por primera vez en Ciudad propia. Poesía autorizada, La Laguna, Artemisa Ediciones, 2006, está dedicado a Pascual Riesco Chueca y fechado el 20.12.05.

3 comentarios:

JOSÉ LUIS MORANTE dijo...

El poema deja suelto en los párpados del lector un onirismo que entremezcla la realidad rural y el estado de iluminación del subconsciente. Siempre sorprende la riqueza de tu vocabulario, la mezcla de tiempos verbales, la desazón de un lenguaje en permanente vigilia. Un fuerte abrazo, maestro y feliz día.

Ferrer Lerín dijo...

"La mezcla de tiempos verbales", he aquí lo que siempre he considerado clave principal para el ejercicio de la poesía; iba siendo hora que alguien lo hiciera notar. Gracias, José Luis.

Anónimo dijo...

es un poema extraordinario y he oido contar al autor el porqué del título y me parecio espléndido.