A Cigomar Ravioli no le iban bien las cosas, sobrevivía
vendiendo baratijas y extraños objetos. Vino a mi encuentro en la terraza de Casa Fau donde, en verano, acostumbro a tomar, como aperitivo, un Campari con
patatas Lays. Me ofreció un producto que definió como prodigioso, una botellita
verde que llevaba pegada una elegante etiqueta en la que se leía Licor
Sueñanegro (o Sueñanegros, la alambicada rúbrica inducía a error). A la lógica
pregunta “¿qué es esto?” respondió con un resolutivo “cómpralo y verás”. “Tres
gotas al acostarte”, prosiguió, “... y a soñar”. Soy un atrevido, un
inconsciente, y decidí probar. Desperté a las cuatro, sobrecogido, empapado en
sudor, horrorizado. No había soñado en blanco y negro (esa vieja polémica), no
había soñado con negros, había soñado con Encarnita Ballvé, la modelo de Pedro
Rodríguez con la que me frotaba en la casa de la Granvía cuando ya no vivíamos
en ella, y había soñado con mi madre, pero ambas eran negras. No eran negras
con rasgos negros sino que, perfectamente reconocibles, con su porte habitual,
su ropa de calle, tenían sin embargo la piel negra. Encarnita parecía incómoda,
se alejaba, como si mi madre nos hubiera sorprendido, y esta, sentada en un
taburete, hacía gestos con las manos, gestos cada vez más imperiosos que
comprometían ya a todo su cuerpo. ¿Buscaba mi atención? Me acerqué, y de una
boca enorme, que ella no tenía habitualmente, salió su voz, algo distorsionada:
“¡Bonga!, ¡Tonga!, ¡Lembo! ¡Bonga!, ¡Tonga!, ¡Lembo!”
jueves, 5 de septiembre de 2013
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14 comentarios:
¡ Teke-li-li ! ¡ Tsalal ! ¡ Teke-l !
(A.G.P.)
Algo racista no Don Francisco¡¡¡
¿Racista?
RACISTA Y NACHÍSTA
MACHÍSTA queria decir
Sin tilde. Machista o nachista, lo que usted diga, pero sin tilde.
¡No os enteráis de la clopa!
No puede ser casual que los anónimos insultantes incluyan siempre faltas de ortografía.
Irreverente y genial historia. Como todas las tuyas, Paco.
Genial clopa
Magnífico, creativo, divertido y a la vez sombrío relato.
Al Jolson
Sería swahili, está claro.
En el disparadero de lo imposible, iluminaciones como quería Benjamin, chispas, fogononazos, donde debe encontrarse la literatura que se reconozca como tal.
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