Juan, el arqueólogo, viaja a Logroño para buscar una
antigua reliquia usando un sistema informático de fabricación casera.
Rápidamente la localiza pero está bajo la taberna que regenta una mujer
portuguesa de la que se enamora. Pedro, el vicioso de turno, accionista
mayoritario de una empresa de alquiler de coches calientes, pretende adquirir
la finca a unos héroes atípicos pero de sanos principios, los hermanos Moranis.
Estos no venden por no perjudicar a la tabernera sin saber que esta, socia de
Pedro en negocios inmobiliarios, ya conoce la existencia de la reliquia y
espera conseguirla si se derriba el edificio. Al final, los Moranis ceden ante
una suculenta oferta y la tabernera, con la reliquia, huye al Japón en un balandro de su propiedad, dejando en
la estacada a Juan y Pedro.
martes, 25 de septiembre de 2012
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2 comentarios:
Una novela rusa. ¿Crimen y castigo?
¿"Alquiler de coches calientes"?
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