domingo, 5 de agosto de 2012
Textos anónimos alterados 8
En
un pueblo de la costa gaditana varias personas desaparecen en el mar y vuelven
a aparecer a los pocos días reducidas a simples esqueletos. El doctor Tambo, un
biólogo marino, empieza a sospechar que el responsable de las muertes podría
ser un pulpo gigante, por lo que se pone en contacto con la especialista en
cefalópodos Rita Percal, de la que se enamora sin saber que está afectada por
una grave enfermedad y a punto de ser intervenida por un médico filipino. Tan
grande es el amor de Tambo por Percal que se presta a que lo operen a él en vez
de a ella.
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6 comentarios:
TAMBO SUEÑA
Mientras espero
a la operación,
por amor, aterrado,
sueño con El Pulpo.
Rita dice que el cefalópodo
sabe hablar.
Tengo una esperanza:
Rita canta como
su kafkiana prima;
Rita me acaricia
con los dedos
manchados de tinta
mientras los esqueletos
nos miran.
Eso ya lo hizo mi abuelo haciendo ver en el instante al final que era el el enfermo y no mi abuela, la operaban de bocio y el algo tenía.
Octopus punctatus, ese de Gabb
que en su lóbulo óptico
botellas y azules anillos, esos de Hapalochlaena.
El pulpo gigante y malo, es Kraken. Y los esqueletos, los que vamos sacando de los armarios.
El pulpo será malo, pero sabe abrir botellas... ¿con pequeños esqueletos dentro?
Desplácense hasta la costa del remoto pueblo de Cádiz.
Algunas personas crean la base para algunos zumos
allí:
simple corte en el mar, sin saber
de medicina.
Amor y cantimplora; es decir, suerte; es decir, pulpo; es decir, Tambo
y Percal gigantes. Punto
de partida de control causado
por un
matasanos Filipino.
Enfermedades graves; sospechas;
biólogos marinos que se comunican
con los despojos de la víctima.
Rita, afectada, me encantas; gran área
a punto de ser
-sí-
intervenida.
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