viernes, 25 de mayo de 2012

Spätwerke

Escribe Luis Gago, en el prólogo del programa de la vigésima edición del Liceo de Cámara del Auditorio Nacional de Música, que “Este año no es un compositor, ni una forma o género, ni siquiera una época, el hilo conductor que articula la programación (...). En esta ocasión se trata de un concepto temporal y, de resultas de ello, también estilístico (...). Opus ultimum hace referencia a las producciones artísticas (no solo necesariamente musicales) nacidas al final mismo de la trayectoria de sus autores. Se trata por ello, en principio, de obras nacidas en plena madurez (...), que por distantes que estén en el tiempo y diversos que sean sus lenguajes, suelen compartir algunas características comunes. Este tipo de creaciones o Spätwerke, por utilizar su denominación alemana, pueden adoptar un tono de despedida, un leve, marcado o penetrante aire testamentario, más aún si, como sucede en muchos casos, nacieron al calor de la sospecha –o la certidumbre- de una muerte cercana.” Y llegado a este punto es inevitable formularse la pregunta de si mis últimos escritos, en particular mis últimos poemas, no poseen esas marcas indelebles de ‘estilo tardío’.    

18 comentarios:

Sr. Tarraque dijo...

"Desde el principio ella fue Derrida y yo Paul de Man.
Y el abismo se abrió en el vértice de la palabra.
Hoy ella cumple una edad adolescente.
Yo, anteayer, un certificado de tránsito."

Anónimo dijo...

Para juzgarlo, tendríamos que leerlos. Si se hace larga la espera de Gingival, también se nos hará su nueva entrega poética (perdón por continuar con la distincinción genérica que tan mal le sienta).

Perpetuum dijo...

Pienso que el tono de despedida o el aire testamentario, son más bien observaciones externas al autor y a posteriori. Es cierto, sin embargo, que superada cierta edad intermedia, de pronto un día el tiempo se nos viene en contra y somos conscientes de que ha dejado de soplar a barlovento. Hay entonces, creo, esa nostalgia de navegación favorable de la que antes no se era consciente y quizá una leve protesta por el esfuerzo a que nos obliga el viento en contra. Pero opino que las obras de madurez, nada tienen de testamentario o de despedida. Se me ocurre que hay, eso sí, un cambio de estrategia creativa sabia, esa en la que no se apuesta solo por Céfiro o Tifón, porque se descubre que importa también, y mucho, mantenerse siempre sobre el cauce del río subterráneo, el poderoso Gulf Stream, un cambio de prioridad filosófica en la navegación, quizá más sólido y seguro.

El Sr. Tarraque (gracias) nos recuerda un maravilloso ejemplo de sabiduría sobre la paradoja del tiempo, la simplicidad, la deconstrucción y qué sé yo qué más...
Me sumo al comentario del Sr. Anónimo también.

¡Vaya! Siento la extensión del comentario.

Sr. Tarraque dijo...

La sospecha –o la certidumbre- de una muerte cercana muchas veces lo que producen es simplemente miedo, desesperación y tristeza. O, en el mejor de los casos, grandes dosis de humor negro, vitalismo trágico y una especie de "valentía desesperada". No siempre llegan la serenidad reflexiva, la sabiduría y la templanza a moldear y moderar un elegante estilo tardio. Pienso en Bolaño, por ejemplo.

Istefel dijo...

Broch I

Cuando la vejez ineludible se anuncia ya a la puerta
y uno se pregunta acerca de su huella
en esta tierra llana, que la edad
convierte en pantanosa,
interesa procurarse un mástil, clavarlo
donde sima y sial tienden sus nudos
y esperar los embates,
sujeto, y cubierto de recias vestiduras;
no sea
que la nueva sangre nos despoje
y vea el corrosivo y babeante mundo
nuestra íntima miseria,
nuestro legal y enorme odio
a la horrible ola


( Gracias )

Ferrer Lerín dijo...

En Bolaño como ejemplo de cuál de los casos.

Sr. Tarraque dijo...

De grandes dosis de humor negro, vitalismo trágico y una especie de "valentía desesperada".

Sr. Tarraque dijo...

Me he explicado mal, don Francisco, y quizá me he desviado un poco del tema. Recordaba -a parte de sus textos de ficción- la conferencia/ relato "Literatura + enfermedad = enfermedad" de Roberto Bolaño. Tal vez necesite un correctivo del Sr. Vigilante.

Anónima dijo...

Me parece que me estoy perdiendo algo señor Istefel, ese (Gracias) final a qué viene, y ese poema de donde es y de quién es.

Anónimo dijo...

He puesto a descongelar un calabacín y una berenjena.

Iste dijo...

Ese " gracias" final responde a la rectificación por parte del creador de este blog de la primera transcripción fallida del poema, causada por la burda tropeza torzepa toperza zatrepio torpe za del escriba que les habla.
Por lo demás, el poema es de nuestro admirado Conde. ( Pág 257 de " Ciudad propia - poesía autorizada" - Artemisa ).

Anónimo dijo...

Así que conde, además de...

Is dijo...

Pistacho
tubo
chafchotafbubo


Acto 2º, Escena primera


Becmath

visca el barça que gana la copa dijo...

No sea mentiroso, Istefel, Don Paco no es Copnde. Eso son sus quereres.

E insisto: se queda usted descansadito cuando escribe, verdad?

Anónimo dijo...

Sr. Tarraque, Perpetuum e Istefel, los tres mosqueteros de Ferrer Lerín.

Visca Pep dijo...

No pretendía generar mal rollito, eh? Pero sí que, de cuando en cuando, me gusta ser el bichito que picó al tren.

The Ptowith dijo...

Istefel es el mejor, pero ni él mismo lo sabe.

Anónimo dijo...

Bueno, don Paco, "estilo tardío" no significa necesariamente "obra final".