Por su parecido con Henry Fonda, yo rechazaba a Jane; un rechazo sin duda habitual, un rechazo homófobo lógico dada mi condición masculina. Ahora, ayer, 10 de noviembre de 2025, casi borrada la imagen de su padre por el tiempo transcurrido, casi borrada la máscara de hombre, he encontrado en su hija diversos elementos positivos, diversos elementos femeninos que no había descubierto. He de decir, sin embargo, que otro elemento ha concurrido, que otro elemento ha supuesto una notable ayuda, un elemento singular, de hecho un potente valor añadido, sustanciado en el hecho de ver a Jane Fonda (en A la mañana siguiente [The Morning After], un filme de Sidney Lumet, de 1986, con Jeff Bridges y Raúl Juliá) a través de una televisión local, una pequeña cadena de una pequeña localidad jienense, Jamilena, famosa por sus cerezas; Henry Fonda fallecido y Jamilena radiante, dos realidades que nunca nadie pudo imaginar que resultaran complementarias.
2 comentarios:
La senda de las cerezas, implacable, incólume... Y eso que no ha mencionado usted al otro hijo, Peter, insípido motorista en Easy Rider, acompañado por aquel otro actor que aspiraba raros gases en Blue Velvet... de D. Lynch.
en jamilena mas que la cereza es famoso los ajos
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