Ha muerto Andrés Requena Casinello. A los cincuenta y cuatro
años. Edad no temprana si consideramos cuál fue su dieta desde la niñez: chuletas de cordero. Para desayunar, empanadas. Para comer, asadas. Para cenar,
al horno. Andrés ha muerto de aburrimiento. No por estar mal alimentado, que el
cordero es bajo en grasas saturadas y es rico en proteínas, hierro, vitaminas
B 3 y B 12, cinc y selenio, mineral, este último, que ayuda a combatir el asma.
lunes, 11 de febrero de 2019
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4 comentarios:
Qué lástima, pese a las sabrosas y convenientes dosis de cinc y selenio...
humor breve
Cada vez apura más la sustancia argumental señor Lerín.
al debilitarse tanto el argumento también se debilita el humor por lo que se llega a los dominios de Alphonse Allais que tan bien conoce el señor Lerín.
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