martes, 15 de enero de 2019

Una situación confusa


Antonio Pérez Lasheras me preguntaba si me apetecería dar una conferencia esta tarde. Y, antes de que pudiera contestar, Sandra Domecq intervenía para decir que yo acababa de llegar de viaje, de participar en una mesa redonda, y que necesitaba descansar. Alguien del público levantó la mano, la conferencia habría acabado, y quiso saber si el nombre era "Sandra" o "Sondra". Y pensé en Sondra Locke y lo poco agraciadas que acostumbraban a ser las compañeras de Clint Eastwood, tanto en la pantalla como en la vida real. Todo resultaba altamente deslavazado. Quizá no se tratara de un sueño.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Así, así, señor Ferrer Lerín

Anónimo dijo...

Sandra Bullock!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

¿Qué habría "a cambio" de esa poca gracia?
Se necesita descansar, es parte del trabajo.

Leriniano dijo...

Qué gracia tienes, Lerín.

Ferrer Lerín dijo...

Recuerdo haber oído en mi infancia utilizar la expresión "cuál es su gracia" en vez de "cuál es su nombre".

Leriniano dijo...

Acabo de consultar "gracia" en el diccionario de la RAE y la acepción número 12 dice: "Nombre de pila".

Anónimo dijo...

"¿Cuál es su gracia?"
En efecto, yo también la escuché en mi infancia, allá al otro lado del charco.

Inspector dijo...

Leí por ahí que un exégeta de Ferrer Lerín acuñó el término "caso" para este modelo de escritos.

Anónimo dijo...

Otro caso para el doctor Ferrer Lerín.
Novela futura.