lunes, 13 de noviembre de 2017

Libros de cabecera 7


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Incluso nos queda ingresar y complacernos en el silencio. Al fragor de la música.

Anónimo dijo...

Mejor el título original: The rest is noise. En cualquier, caso la traducción de Luis Gago es impecable, difícil encontrar un error. Y el libro es fundamental para los que nos gusta la música de manera patológica. No así el siguiente de Ross: Listen to This, que huele a encargo editorial desde leguas y no aporta apenas nada. Todavía estamos a la espera de otra entrega del mismo autor que recuerde a este libro que Lerín ha colocado tan bien en su cabecera.

Anónimo dijo...

Leeré con admiración, pero sin envidia, buscaré incansablemente sin desfallecer y, como lo haya, encontraré al menos un error mínimo en The rest. Pido a los más de trescientos de millones de divinidades del hinduismo que así sea. Después, se lo mostraré.

Ferrer Lerín dijo...

El traductor, Luis Gago, explica el porqué del título en español en la página 767, "Nota del traductor".

Anónimo dijo...

Subsanación.  En cuanto a los dioses en que el hinduismo cree, léase: "más de trescientos millones de..."

Anónimo dijo...

Vivimos bajo las sombras de Shakespeare y Cervantes, entre otros.
Gago explica muy bien su decisión final y la aprobación de Ross, pero las aliteraciones a veces funcionan muy bien en español y en inglés. A mí no me disgusta el exceso de erres en "El resto es ruido" aunque sea duro; tampoco me parece mal la opción "Lo demás es ruido".
Perdón por ponerme tiquismiquis: "El ruido eterno" es una buena manera de titular.

Anónimo dijo...

Aliteración por aliteración: "La resonante resiliencia del entorno del ruido eterno".

Anónimo dijo...

¿Dónde esconde nuestro autor la labilidad con la que se escribe en las pantallas?

Anónimo dijo...

Tremendamente aleccionador, pese a su extensión. Cero fallos, ninguna equivocación, y ausencia de descuidos.Todo un lujo.