miércoles, 24 de junio de 2015

Los cuatro robinsones.














































Leoncio, Gerundio, Crescencio y Venancio son cuatro amigos casados, reconocidos calaveras, que recurren a cualquier treta con ánimo de divertirse. Llegan a Andalucía para correrse una juega en un cortijo, con una conocida artista, pero hacen creer a todo el mundo que se encuentran en un viaje por las islas Columbretes. Pero la casualidad quiere que el barco donde ellos dijeron viajar se vaya a pique, ahogándose todo el pasaje. Entonces, para salvar su reputación, deciden viajar realmente a las Columbretes y que el secretario de uno de ellos finja encontrar una botella tirada al mar en la que explican que se han salvado y dónde se encuentran. Pero el secretario, que está enamorado de la hija de uno de ellos y sabe que su jefe nunca le dará su bendición, ve la oportunidad de conseguirla y decide no cumplir con su parte del trato, dejándoles a su suerte. Adaptación al cine (1939) de una obra de Enrique García Álvarez y Pedro Muñoz Seca que ya había conocido una versión muda, en 1926. La que nos ocupa está considerada como una de las mejores comedias de su director, Eduardo García Maroto, quien encontró el tono exacto entre el realismo y el absurdo para narrar tan descabellada historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"... el tono exacto entre el realismo y el absurdo...". Ahí está todo o, simplemente, eso es todo.