RÉGENCE
SIMCA (Societé
Industrielle de Mécanique et de Carrosserie Automobile) inicia en 1954, en
Poissy, con motores Ford V8, la
fabricación de la gama Vedette que concluirá en 1961 al trasladar a Brasil la
producción en el seno de la marca Chrysler y hasta 1969. Dentro de esa gama,
el modelo Régence, uno de los más lujosos, será conocido en España, a través de
las contadas unidades importadas, como Ford Régence o Versailles Régence.
Ferrer Auger adquiere en 1960 un Régence impecable a un aristócrata madrileño. El vehículo, blanco y azul cielo, lleva un escudo grabado en el salpicadero.
Único de los coches citados que es conducido por Lerín y con el que, a espaldas
de su padre, vivirá varias aventuras de corte sentimental.
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Ferrer Lerín junto al
Régence. Barcelona nevada. ¿1962?
17 comentarios:
"No recuerdo quién dijo que la nieve sería muy monótona si Dios no hubiera creado los cuervos. ¿Y qué decir de las páginas en blanco?"
Aunque no entendamos nada.
Enrique Vila-Matas.
¿Aunque no entendamos nada, Sr. Tarraque?
Sí, Sr. Lerín. Es una recopilación de artículos y pequeños ensayos que publicó Vila-Matas en una editorial chilena. El que da título al libro incluye esa cita.
Me alegra que sea el título de un libro de mi genial amigo. Es que esta mañana alguien dijo, acerca de un texto mío para una colaboración en un suplemento cultural, que no importaba que no se entendiera... y el comentario me dejó descolocado.
¿En qué suplemento cultural se publica ese texto suyo?
Don Enrique dice, entre otras muchas cosas, que la literatura que más le interesa es la que no entiende del todo.
Como todo el mundo, sabía que Vila-Matas le incluye a Ud. como Bartleby en su memorable libro pero no sabía que fueran amigos.
Un saludo.
Nos hicimos amigos a raíz de "Bartleby". Estoy escribiendo los textos que acompañarán unas fotografías de la artista visual Nuria Canal; una serie -"Bodas"- que espero salga en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia donde ya publiqué la serie "Necrologías" y algún que otro artículo disperso.
Disculpe si soy demasiado preguntón, Sr. Lerín, pero: ¿tiene fecha ya la publicación de "Hiela sangre"? Leí en una entrevista que saldría en 2012.
¿Demasiado preguntón? ¡Qué va! Me encanta que se interesen por mis cosas. Sí, el editor parece que lo tiene programado para 2012, para el segundo semestre.
Gracias por la información, don Francisco. Seguiré preguntando.
Yo también quisiera preguntar pero no me atrevo, iré por la puerta de atrás, supongo que esa dirección de mail que aparece en el blog es buena
Soy el hermano de Mila Palma, tengo serias dudas de que el motor de ese Simca fuera un V8, de todas formas, y no siendo los coches franceses mi especialidad, voy a investigar a fin de aclarar esto.
Me gusta tu blog, un saludo de Rafa.
¡Hola Rafa! Mila me dijo que eras un crack en cuestiones automovilísticas. Mi único recuerdo de la conducción de este coche es que llevaba el cambio en el volante, tenía tres velocidades (tres marchas se decía entonces) y que la potencia era considerable. Respecto a lo del motor V8 la información la obtuve hace años y no sé de dónde pero ahora encuentro http://www.autopasion18.com/FICHA-SIMCA%20BEAULIEU%20(1958).htm
Sí, fue el 62.
Bueno, Sr. Lerín, ¿y qué puede contarnos sobre ese Renault 4, destinado al trasiego clandestino de carroña, a bordo del cual -según la Nota Biográfica de "Ciudad propia"- en una ocasión le acompañó Javier Marías?
Ese R4 fue mi primer coche nuevo, quiero decir que era mío, no de mi padre, y que lo adquirí de primera mano, en el concesionario Renault de la calle Córcega de Barcelona. Antes había tenido algunas reliquias, entre ellas un Morgan. El R4 me dio un servicio espléndido, permitiendo, en sus últimos años, el trasiego de carroña desde el zoo barcelonés hasta el prepirineo y los puertos de Beceite. Murió despeñado en la Garcipollera (Huesca).
Conservo un recuerdo mental muy ajeno pero indeleble.
Verano de 1961, mañana de sábado en Barcelona, calle Fray Luis de Granada/Diagonal, pasando por delante de la maison meublée, detengo mi paso ante un vehículo que se dispone a entrar, un Morgan verde sin capota conducido por un joven con gafas de sol y gorra escocesa, a su lado una mujer con pañuelo en la cabeza y gafas de sol.
Proseguimos -eramos tres muchachos- hacia el campo de fútbol terroso de aquella zona.
Hoy es la Isla-Diagonal.
Al regresar del entreno y pasar de nuevo por Fray Luis, los dos pecadores el coche verde y las gafas de sol salen de la casa.
Mis amigos -un pelín mayores- se dan discretos codazos.
¿Tenía, Ferrer, carnet en aquel año?
Tenía permiso de conducir desde 1960 en que cumplí 18 años, el Morgan era verde, descapotable, y yo acostumbro a llevar gafas de sol pero, a partir de aquí, la historia no coincide; nunca he llevado gorra y nunca entré en ese meublé.
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