Pablo de Rojas. Jesús Nazareno. Priego de Córdoba. (Aumentar el tamaño pinchando la foto)
10 comentarios:
Anónimo otro
dijo...
Con perdón de los presentes, pero este Nazareno tiene una irremediable cara de aburrimiento. Tantos años representando el mismo personaje, el mismo equívoco?
Doña Otra Anónima: ¡Ah, esas leyendas, esas leyendas! Esa extraña balanza que, apenas arrojadas las primeras monedas, se inclina a favor del expolio y la restitución simbólica. ¿Un antecedente de las prácticas bancarias que hoy padecemos?
Para usted, Don Paco: ¡La representación, la representación! ¡La carne reflejada a punta de formón y papelillos áureos, pero siempre irremisiblemente olvidada! (Bueno, perdone usted, me consume el Sistema Enfático...)
Pero el sistema linfático de este hombre es extraño, inasible, y los nueve tablones son visibles a través de su organización nívea, única y parcial: translúcido.
La caridad es esa llave. Y el viejo manual de historia del arte.
Je je, la caridad era la espada, no el tripalium. Hay la ironía, ay! Todo ha sido un pretexto para el arte: sólo que dónde estaban los materiales y las pagas? Perdone, Don Istefel, que me ponga tan metal(hi)ero.
Cara de aburrimiento?,no hay mas ciego que el que no quiere ver,que jartera ya de ateos siempre lo mismo lógico no tenéis mas argumentos,siempre con perdón de los presentes claro.Una imagen magestuosa.
10 comentarios:
Con perdón de los presentes, pero este Nazareno tiene una irremediable cara de aburrimiento. Tantos años representando el mismo personaje, el mismo equívoco?
Igualmente suntuoso:
http://www.20minutos.es/noticia/1184855/0/madriguera/kraken/prehistorico/
Siempre con cariño.
Desde luego vale la pena ampliar la foto que lujo!
Me sorprende este furor barroco. A qué viene. ¿Algúna pulsión nueva?
http://www.devocionario.com/jesucristo/nazareno_4.html
Para Anónima. Una sobrecarga románica me lleva al sur.
Doña Otra Anónima: ¡Ah, esas leyendas, esas leyendas! Esa extraña balanza que, apenas arrojadas las primeras monedas, se inclina a favor del expolio y la restitución simbólica. ¿Un antecedente de las prácticas bancarias que hoy padecemos?
Para usted, Don Paco:
¡La representación, la representación! ¡La carne reflejada a punta de formón y papelillos áureos, pero siempre irremisiblemente olvidada!
(Bueno, perdone usted, me consume el Sistema Enfático...)
Saludos, siempre
Pero el sistema linfático de este hombre es extraño, inasible, y los nueve tablones son visibles a través de su organización nívea, única y parcial:
translúcido.
La caridad es esa llave.
Y el viejo manual de historia del arte.
Je je, la caridad era la espada, no el tripalium.
Hay la ironía, ay!
Todo ha sido un pretexto para el arte: sólo que dónde estaban los materiales y las pagas?
Perdone, Don Istefel, que me ponga tan metal(hi)ero.
Saludos a todos/as
Cara de aburrimiento?,no hay mas ciego que el que no quiere ver,que jartera ya de ateos siempre lo mismo lógico no tenéis mas argumentos,siempre con perdón de los presentes claro.Una imagen magestuosa.
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