domingo, 24 de enero de 2010

Covarrubias, Valencia, aves.

En el prólogo a la edición facsímil (1943) del Tesoro de la Lengua Castellana o Española (1611) acude Martín de Riquer a Ángel González Palencia para seguir la biografía del autor. Así sabemos que Don Sebastián de Covarrubias Horozco nació en Toledo el 7 de enero de 1539, falleció en Cuenca el 8 de octubre de 1613 y que su relación con la ciudad de Valencia fue la siguiente:

En 1596 fue escogido por el Nuncio de su Santidad para llevar a cabo el proyecto de instrucción de los moriscos de Valencia, lo que el Rey le comunicó en carta firmada el 2 de diciembre de dicho año, en la que hace resaltar sus “letras, inteligencia y entereza”. En su gestión, Covarrubias permaneció en Valencia hasta bien entrado el año 1600. (...) En octubre de 1606 obtuvo autorización del cabildo para volver a Valencia, donde le quedaban pendientes algunos asuntos de su anterior gestión. Su estancia en la ciudad levantina se prolongó hasta finales de agosto de 1607. (...) Covarrubias escribió el Tesoro de la Lengua Castellana o Española entre 1606 y 1610, probablemente. En la voz CATALINA –nombre de su única hermana-nos hace saber que la está escribiendo el 25 de noviembre de 1606 –día de la santa-, en Valencia. Ello concuerda con los datos que tenemos sobre la segunda estancia de Covarrubias en aquella ciudad. Hay que suponer que redactaba la obra continuadamente, una letra tras otra, no como haríamos hoy día, por medio de fichas. Ello se comprueba en numerosos pasajes, por ejemplo, cuando nos dice que ha puesto cierto refrán en la palabra CATARRO porque duda poder llegar a la palabra ROMADIZO.

CATALINA. Latine Catharina; vale tanto como pura, purus, mundus, nitidus. Tal fué la virgen y mártir Santa Catalina de Alexandría, a la qual martirizó el tirano Magencio, y celebra la Yglesia Católica su fiesta a los 25 de noviembre, que acierta a ser el mesmo día que esto se escrive, en Valencia, año de 1606. Otras santas ha avido deste nombre: Santa Catherina virgen, en Suecia, a 22 de março, y Santa Caterina de Sena, de la Orden de Santo Domingo, Romae 29, Aprilis. A los papagaítos pequeños hembras, llaman catalinicas comúnmente.

5 comentarios:

Anónimo aquel dijo...

Conmovedora esa inclusión de un refrán (en Catarro) para consolarse de la posibilidad de no llegar a la entrada Romadizo... -Las fichas, en su falsa pero práctica impresión de expansión, acabarían con esa nostalgia de dudoso futuro...-.
¿A qué poeta morisco habrá "instruido" Covarrubias H.?

Ferrer Lerín dijo...

Es habitual la compresión de las partes finales de las enciclopedias, por el temor a no llegar con vida, como en Covarrubias o, normalmente, por una mala programación como en el "Diccionario Enciclopédico Salvat", "Salvat 20". Resulta ilustrativo el relato "El fracaso" recogido en "Ciudad propia. Poesía autorizada".

Luisamiñana dijo...

Fichas cibernéticas, hoy, diría yo. Como las que han permitido la nueva gramática de la RAE.
Dos cosas me han conmovido: volver a pensar en la gran soledad de las antiguas empresas intelectuales individuales, y las pequeñas catalínicas, a las que también yo he oído nombrar así.
Saludos.

Anónimo aquel dijo...

Gracias por el dato. Ahora cojo el libro y redondeo.

Un saludo

AT dijo...

Sería interesante investigar las notas lexicográficas de Covarrubias como apuntes diarios en donde se oculta la vida gramaticalmente. Un tanto alucinante, es verdad.

Albert Tugues