Pocos son los momentos jocosos en la larga espera de los consultorios odontológicos pero recuerdo un día en que la secretaria del doctor Ferrer Auger, en su clínica de la calle Aribau, entre Diagonal y Travesera, en la ciudad de Barcelona, llamó a dos pacientes a la vez, uno para ortodoncia y otro para radiografías, y lo hizo con estas palabras: “Que pasen la niña Niño y el niño Gigante”. Mas nadie le vio la gracia.
lunes, 8 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Seguro que la niña Niño tenía que hacerse la radiografía y el niño Gigante la ortodoncia.
En la consulta de mi odontólogo son tan atentos y agradables, que no puedo evitar la actitud de confianza. Pero es una trampa, claro.
Un abrazo
Casi no me atrevo a decirlo -parece una continuación de la secuencia niñaniñogigante- pero es que la secretaria de mi padre Francisco Ferrer Auger se llamaba (¿se llama?)Luisa Miñambres.
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