
He dicho que aquella cara me resultaba conocida pero no identificable y fue una circunstancia en extremo baladí la que cambió el panorama. Gabriel Albiac aseguró este septiembre en la conferencia que pronunció en Jaca que René Magritte además de magnífico surrealista había sido un tenaz copista y, al llegar a mi estudio, revolviendo los libros de arte para encontrar una biografía fiable del pintor belga me di de bruces con Marta. Allí estaba. En la sobrecubierta de una manual sobre Lucas Cranach el Viejo: un cuadro titulado “Retrato de mujer”, de 1522. Un libro de 1962, mal traducido del francés, el número cuatro de la colección “La magia del color” editado en Barcelona por Argos. Un libro, en suma, que me había acompañado en secreto durante cuarenta y cinco años dormido en el fondo de una de las cajas de cartón utilizadas en las incontables mudanzas.
Un semblante de difícil adscripción. Lívido, puntiagudo, prognato. Ojos azules sin luz. Boca indecisa, resignada a callar. Nariz fina. Cabellos rojizos. Había perdurado en mi cerebro sin que yo lo supiera. No había nada, en principio, que lo hiciera merecedor de su permanencia. A no ser que formara parte de un plan de reserva, de ese caudal de información que tarda en ser procesado, y que a veces no lo es, se va a la tumba con su propietario. Pero aquí no. Y el libro, de nuevo en mis manos, depara una nueva sorpresa. La foto de la sobrecuebierta vuelve a ser reproducida en la página 39 a la manera de un díptico -si consideramos la página 38 que muestra un “Retrato de hombre” de igual factura y fecha- pero, lo notable, es que en la página 80 topamos con otro “Retrato de mujer”, de 1540, y que por poco dotados que estemos para la observación comparada nos revela que se trata de la misma mujer, 18 años envejecida.
Dicho lo cual, tras ardua meditación, creo que es de rigor buscar a Marta Loverdos de Altimira y que Heraldo de Aragón es la plataforma idónea, por su alta difusión en nuestra Comunidad Autónoma, para anunciarle que disponemos del cuerpo, de la cara, del gesto preferido que disfrutará en 2014 ya que al haber transcurrido 11 años desde el encuentro en Manifestación-Alfonso quedan otros 7 para alcanzar los 18 que separan ambos óleos. Quizá también, este compromiso con el arte pictórico y con las reglas del azar, le suponga una garantía de vida hasta ese mes de agosto aunque, desgraciadamente, como ya se ha apuntado antes, no se pueda precisar hasta qué día.
Heraldo de Aragón
25/10/07
No hay comentarios:
Publicar un comentario