miércoles, 29 de mayo de 2013

Viaje en pos de la belleza (femenina)





Cuenta Catalinete que no podía llevar falda porque se la levantaban, y no localiza; quizá fuera en Burdeos. En la discusión sobre el título de mi nuevo libro empieza con mucho brío pero va perdiendo fuelle; propone Besos humanos pero Lo sompni gana adeptos. Se trata de una persona inestable que no cae bien a nadie.  

lunes, 27 de mayo de 2013

La duda


¿Quién es ella?
¿La violinista pelele?
¿El calamar colosal?
¿Aguaherrada, aquella en la que se ha apagado hierro candente?
¿Joyce Mansour?
¿Calavera?
¿La que siempre decía que estaba escribiendo?
¿La que hablaba de lo negro?
¿Malena Cortijo?
¿Quien se convirtiera en plancton?
¿La transvirada?
¿Roger Federer?
¿Publicidad de crema Xhekpon?
¿Alguien de apellido ‘Plato’?

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Dibujo de finales de los sesenta. Autor desconocido.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Marfil

“Una boca pequeña como una hendidura de bordes afilados”, escribo en  http://ferrerlerin.blogspot.com.es/2012/10/lo-de-arriba_14.html, y ahora, fruto del azar, encuentro explicación a ese género de bocas. Mi amigo Cepelín Roberto, recién llegado de Egipto, me telefonea muy excitado para que nos veamos sin dilación. Viene a casa y me entrega, con gestos de impaciencia, un paquete de regular tamaño, envuelto en papel de estraza, que desenvuelvo sobre la mesa alcanforada de mi despacho: es un cuchillo de marfil, de colmillo de hipopótamo, utilizado por las madres de la etnia Ashwiili para abrir la boca de las criaturas que nacen con la boca cerrada, exactamente con la boca sin abrir o, aún más exactamente, sin boca. Las madres saben que el agujero está ahí debajo, y no yerran, unos centímetros de desviación convertirían en inservible al recién nacido, derivándolo de inmediato al placer de las hienas.      

martes, 14 de mayo de 2013

The Nightmare















































“El nombre español no es demasiado venturoso: el diminutivo parece quitarle fuerza. En otras lenguas los nombres son más fuertes. En griego la palabra es efialtes: Efialtes es el demonio que inspira la pesadilla. En latín tenemos el incubus. El íncubo es el demonio que oprime al durmiente y le inspira la pesadilla. En alemán tenemos una palabra muy curiosa: Alp, que vendría a significar el elfo y la opresión del elfo, la misma idea de un demonio que inspira la pesadilla. Y hay un cuadro, un cuadro que De Quincey, uno de los grandes soñadores de pesadillas de la literatura, vio. Un cuadro de Fussele o Füssli (era su verdadero nombre, pintor suizo del siglo XVIII) que se llama The Nightmare, la pesadilla. Una muchacha está acostada. Se despierta y se aterra porque ve que sobre su vientre se ha acostado un monstruo que es pequeño, negro y maligno. Ese monstruo es la pesadilla. Cuando Füssli pintó ese cuadro estaba pensando en la palabra Alp, en la opresión del elfo. Llegamos ahora a la palabra más sabia y ambigua, el nombre inglés de la pesadilla: the nightmare, que significa para nosotros ‘la yegua de la noche’. Shakespeare la entendió así. Hay un verso suyo que dice, I met the night mare, ‘me encontré con la yegua de la noche’. Se ve que la concibe como una yegua. Hay otro poema que ya dice deliberadamente the nightmare and her nine foals, ‘la pesadilla y sus nueve potrillos’, donde la ve como una yegua también.”       

En Siete noches Jorge Luis Borges recoge siete conferencias que pronunció en 1977 en el teatro Coliseo de Buenos Aires y que fueron revisadas por el propio autor de forma previa a su publicación impresa. De una de las conferencias, que tituló “La pesadilla”, se extrae este texto. Un texto que no deja de sorprender en un narrador impecable si sospechamos que el cuadro que De Quincey vio, Borges no lo vio (o nadie lo vio por él), ya que resulta extraño que sólo mencione al pequeño monstruo y no a la gigantesca yegua, elemento capital en la especulación etimológica.    


lunes, 13 de mayo de 2013

Iconografía 10
















































"Subo a la giralda y por la escalera pienso en A Bao A Qu y en el silencio que preví."
('Mansa chatarra'. Ciudad propia. Poesía autorizada. Pág. 160)

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    G. Peyró Roggen. A las siete. 2000.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Nube de palabras




          Nube de palabras creada por Antonio Viñuales Sánchez a partir de El Bestiario de Ferrer Lerín.
          Las nubes de palabras de todos los libros aparecerán en http://caminosdepakistan.es/
       

domingo, 5 de mayo de 2013

El muro


Coroné el muro. Sin dificultad. Y desde arriba vi lo que no quería ver, una inmensidad gris en la que el cielo, o las nieblas y nubes del cielo, se confundían con el horizonte, no muy lejano. Decidí seguir, progresar hacia el Norte, pese a lo tenebroso e incierto de lo que imaginaba. Tanteé la posibilidad del salto, mas la tierra que se me ofrecía debía de ser pantanosa y temí quedar atrapado. Descendiendo esa cara oscura del muro, como una salamanquesa, adherido, lento, recordé aquel viaje a Alemania a observar pigargos, aquel atardecer o amanecer en que paré el coche y me acerqué, caminando, al muro que cerraba el septentrión. Y esto era lo mismo: frío, humedad, silencio. Avancé. Usaba zancos. Y, a unos metros, difuminada, surgió una forma. El Crucificado, pensé. Pero era mujer, Kelly LeBrock. Transformada. O en transformación. Y al acercarme, ¿o se acercaba ella?, cobraba luz, y mucho color. Esa mujer, cómo apareció, ni siquiera sé si se encontraba allí. Formada, sin duda, por retazos de otras, lucía falda de muselina, refulgente, que ondeaba sin que soplara el viento. Quise abrazarla. Así de pie. Contra la nada. A mi manera. Tan grande la pasión, que desperté. Y no era yo.