jueves, 25 de febrero de 2010

Tempus

Aconsejado por mi higienista urogenital leí, el pasado martes, la novela Sale el espectro del escritor norteamericano de origen judío Philip Roth. No me sorprendió, ya que estaba advertido, el alto número de coincidencias entre la peripecia del protagonista y la mía propia, sin embargo, hubo algo que sí constituyó toda un sorpresa: no recordaba la historia de Rip Van Winkle, utilizada metafóricamente por Roth, y que no deja de ser un remedo de otra mucho más sustanciosa y mucho más próxima.


Leemos en Wikipedia:

"Rip van Winkle es un cuento corto de Washington Irving, y también el nombre del protagonista. Fue parte de una colección de cuentos titulado The Sketch Book of Geoffrey Crayon. El cuento, escrito mientras Irving vivía con su hermana Sarah y su cuñado Henry van Wart en Birmingham, Inglaterra, sucede en los días antes de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Un aldeano de ascendencia holandesa, harto de que su esposa le regañe, huye y se interna en el bosque. Después de varias aventuras, se sienta bajo la sombra de un árbol y se queda dormido. Se despierta 20 años después y regresa a su aldea. De inmediato se mete en problemas cuando alaba al rey Jorge III, sin saber que había ocurrido la Revolución estadounidense y que ya no era un súbdito de los británicos."


Leemos en Ciudad propia. Poesía autorizada.

"Virila fue, a finales del siglo IX, monje del monasterio de San Salvador de Leyre, Navarra, del que llegó a ser abad y su figura histórica está perfectamente documentada en el Libro gótico de San Juan de la Peña. Mantenía el bueno del abad tremendas dudas sobre cómo sería el gozo de la eternidad. Es así que un día de plenitud primaveral se interna en el bosque cercano con estas meditaciones que leía en un libro. En la espesura del bosque aparece un ruiseñor, que con sus trinos distrae su atención de la lectura escatológica, apartándolo hasta una fuente. Allí queda prendado del canto del pájaro, hasta que se adormece. Cuando se despierta la naturaleza había cobrado nueva vida y no encuentra el camino de vuelta, hasta que al fin lo reconoce y al monasterio al fondo, que ahora es más grande, con iglesia mayor y nuevas dependencias que no comprende. Al llegar a la portería e identificarse, nadie le reconoce. Buscando en el archivo del cenobio encuentran un abad Virila '… perdido en el bosque…' pero hacía trescientos años. Es entonces el monasterio una revolución por el milagro acaecido, y en pleno Te Deum de acción de gracias se abre la bóveda de la iglesia y se oye la voz de Dios 'Virila, tu has estado trescientos años oyendo el canto de un ruiseñor y te ha parecido un instante. Los goces de la eternidad son mucho más perfectos…' Un ruiseñor entra entonces por la puerta de la iglesia con un anillo abacial en el pico, y lo coloca en el dedo del abad, que lo fue hasta que Dios lo llamó a comprobar la gloria eterna."

domingo, 21 de febrero de 2010

Amargo sino

No conseguir que a uno lo tomen en serio es, sin duda, una de las más atroces formas de sufrimiento. El 5 de febrero falleció en Grosmont (norte de Inglaterra) Ian Carmichael, a los 89 años, uno de los cómicos británicos más populares de los sesenta. Siempre quiso ser un protagonista romántico, pero le prefirieron divertido; el “entrañable bufón” alcanzó la fama interpretando a una serie de dandis estúpidos pero afables que se enfrentaban a situaciones que nunca superaban. Incluso, en los cincuenta, intervino en algunas superproducciones dramáticas pero era evidente que su lugar estaba en la comedia doméstica. En una de las últimas entrevistas concedidas reconocía que le hubiera gustado disfrutar del tipo de papeles que normalmente ofrecían a Cary Grant, pero “el público lo que quería era que provocara carcajadas todo el rato”. Quien esto les cuenta fue pasto de similar desconsideración en el Camino de Eléctricas, yendo a Cuatro Nalgas, ante una implacable carraleja... en mayo pasado: http://ferrerlerin.blogspot.com/search?q=Enga%C3%B1osos

sábado, 20 de febrero de 2010

Tati

Vean cuál es el argumento de la comedia El ilusionista escrita hará medio siglo por Jacques Tatischeff (Pecq, Bélgica, 1907 – París, 1982) y que ahora el dibujante francés Sylvain Chomet ha convertido en un filme de animación:

“Un anciano y fracasado prestidigitador conoce, en una gira, a una joven escocesa que cambiará su vida. Ella se convertirá en su sombra y él le hará unos regalos destinados a volatilizarse por ser fruto de sus trucos.”

sábado, 13 de febrero de 2010

Domicilios, 13





















Se sabe que el matrimonio de espías formado por Elizaveta Emeliánova, Elza, fallecida en septiembre a los 97 años en el hospital del Servicio Federal de Seguridad (actual KGB), y el teniente coronel Mijail Mukaséi, Zefir, fallecido en agosto, desempeñaron su labor en Estados Unidos (Mijail fue vicecónsul de URSS en Los Ángeles desde 1939 a 1943) y Rusia (Elizaveta trabajó de secretaria del consejo artístico del Teatro de Arte Dramático Chéjov al tiempo que estudiaba alemán y polaco, alfabeto Morse y manejo de radio entre 1943 y 1955). Sin embargo hay un largo periodo (1955 a 1977) del que el Servicio de Espionaje Exterior ruso se despacha con un lacónico “trabajaron en un país de Europa occidental”. Una azarosa circunstancia (y las buenas artes de la doble agente N.C.B.) han permitido encontrar la base de operaciones de la pareja de espías durante esos veintidós años: hangar para hidroaviones en el puerto de Lubeca.

jueves, 11 de febrero de 2010

Magpie




























Brian May, el guitarrista del grupo Queen, confiesa, en un reportaje que publica Daily Mail, su secreta obsesión: coleccionar postales británicas del XIX coloreadas a mano destinadas a ser vistas de modo estereoscópico. El artículo reproduce ocho de esas cartulinas, entre ellas la titulada “La pequeña Mary y su urraca” que lleva como leyenda (se supone que redactada por el propio May) lo siguiente: LA PEQUEÑA MARY Y SU URRACA. Sobre la mesa se halla una urraca a la que la joven mira con cariño. Como la imagen de la urraca no está borrosa es poco probable que esté viva. Quizá se trate de un pájaro mecánico.

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Información facilitada por Luis Arcos Percy

martes, 2 de febrero de 2010

Darío de Regoyos






















Víctimas de la fiesta (1894). El Muladar en estado de gracia.
El sueño de cualquier ornitólogo especializado en aves rapaces
necrófagas. Se dice que el tratamiento dado por Regoyos
a estos caballos muertos lo repitió Picasso en su Guernica.