domingo, 16 de diciembre de 2012

Juto en las carreras


Una familia que elabora tartas de fondán, la familia Escó Bácula, quiere diversificar su oferta y prepara el lanzamiento de un nuevo producto, el Caramelo Calvito, blando y de intenso dulzor, que provoca, a quien lo paladea, la emisión de chillidos estridentes como si estuviera matando. Contrae matrimonio Juto con el mayor de los Bácula y, en el viaje de novios, invitan a tarta de nubes al personal encargado de engrasar el cable que tira de la liebre del Canódromo Meridiana. Allí, además, Juto y su esposo experimentan con los nuevos caramelos dándoselos a probar a los ancianos que acuden a por las heces de los galgos. Es en ese instante cuando un guía turístico habla del acto cultural, celebrado en Jaca hará unos años, en el que el presentador del conferenciante recordó la llegada, al recinto del canódromo, de un viejo camión con el acrónimo LIETRACA pintado a mano en la lona. Juan Sánchez Capipota, El lebrero, al volante, y, a su lado, su hijo Juanillo, responsable de la compra de trapos para fabricar las liebres, coinciden ese día con el veterinario en trance de vacunar, encuentro que desencadena una corriente de simpatía entre Juanillo y el hijo del veterinario, que siempre acompañaba a su padre en estas tareas. El guía turístico pretende ahora cerrar con éxito su perorata y desvela que, en el acto cultural, el presentador era el hijo del veterinario y Juanillo era el conferenciante, pero no obtiene el reconocimiento de los presentes por lo que, tras permanecer en silencio durante varios segundos, da paso a la enorme revelación: sí, el hijo del veterinario era el presentador y Juanillo el conferenciante pero... el presentador era el poeta Gran Lerín y, el conferenciante, el brillante polemista De Azúa. Noche cerrada. Juto, su esposo Néstor, algunos engrasadores, el guía cultural y los ancianos, salen juntos del canódromo. La carretera, oscura y solitaria, acoge con naturalidad los chillidos estridentes. Los ancianos matan a diestro y siniestro. Juto, rezagada por abrocharse un zapato, contempla el espectáculo. Aguarda. Es la única superviviente. Entra en la perrera. Decide dormir allí. "Los caminos se hicieron inseguros y no pudo regresar".              

5 comentarios:

Istefel dijo...

Plano intermedio:
El Sanedrín de arcanos - AUToclo, BUFerín, CATAplasido, CLAStímedes, COVAchas, FANTrasto, HUME, quizá MARTinez Cata; y como sumo pontífice, VERNanorm. Vueltos dulzones criminales. La niña encaramada al resplandor del solitario faro. Y la caña de pescar, que asciende en prolongada recta hasta alturas prodigiosas. Los peces santos. Suficiente para Acteón, ya despedazado. La jauría corre enloquecida en pos de la Liebre literata.
Fundido deja paso al ras del ovalo y a la brisa de ocasión, al arremolina de cuartillas.
Fuera de plano: a tiro de piedra , solitaria como el faro, una pantufla de desparramada tripa.
Fondo de plano: la risa del autóctono conferenciante; rasgos imprecisos , difusos, del presentador.
El galgo en la cornisa.

Anónima dijo...

Estuve presente en ese acto cultural en el ayuntamiento de Jaca y pocas veces me lo he pasado tan bien, debiera prodigarse más en este tipo de actos señor Lerín.

Otra anónima dijo...

yo también estuve y recuerdo que Felix de Azúa cuando le tocó hablar dijo que era mejor marcharse ya que lo de Ferrer Lerin era insuperable, también me pasé por la biblioteca que organiza el acto para preguntar si se había grabado y me dijeron que no lo habían grabado.

Istefel dijo...

¿ Permanece aún agazapada ?

Ferrer Lerín dijo...

Juto, ¡qué gran mujer! Habrá que rescatarla.