lunes, 23 de abril de 2012

Textos anónimos alterados 3


Un atractivo joven, que se dedica a domar caballos susurrándoles, llega a una inmensa finca donde deberá encargarse del semental Otelo. El fuerte olor del animal contrasta con los encantos de la dueña.

7 comentarios:

Perpetuum dijo...

El fuerte olor del animal contrasta con los débiles encantos de la dueña, por lo que el joven domador enseguida pierde interés por la finca y por Otelo. Ante la amenaza de un ERE, el domador decide revelar a la poco agraciada joven el susurro con el que logrará la doma definitiva del caballo: Un bacio. . .un bacio ancora. . .ah!. . .un altro bacio. ..

Sr. Tarraque dijo...

Y los encantos de la dueña crecen, aumentan día a día, alimentados por ese contraste. El joven desatiende su tarea domadora, ya no susurra a Otelo, lo huele. Espera cada mañana el instante en que la dueña, para darle instrucciones, entra en el establo. La observa mientras habla y gesticula con elegancia -botas de montar, suave pañuelo anudado al cuello-, abre sus fosas nasales, y olfatea.

Anónimo dijo...

Le oí explicar al señor Lerin en la presentación de su Bestiario en Madrid que desconfiaramos de las mujeres que huelen muy bien por que en realidad son las que huelen peor, se refería a las que van muy perfumadas.

Ferrer Lerín dijo...

Sr. Anónimo... si Ud. lo dice; pero la verdad es que no recuerdo haber dicho nada de eso, ni en público ni en privado.

Anónimo dijo...

Lo recuerdo muy bien, yo estaba sentado a la derecha del poeta Carlos Bousoño que iba con su mujer y a mi derecha estaba el señor Ramón Rato que ha muerto hace poco, todos se rieron cuando Ud lo dijo.

Orlando Chevrolet dijo...

Quina por .
El riure dels poetes morts .
Corbs cansats a sobre d´´ un catafalc...

Anónimo dijo...

Reflejos en un ojo dorado