lunes, 19 de julio de 2010

La ausente

Hablaban. O hablábamos. Es difícil saber si yo narraba el sueño o si formaba parte de él. Un grupo de hombres y mujeres sentados en torno a una mesa con inequívoco aspecto de profesores de instituto dirige sus invectivas hacia alguien ausente pero de indudable importancia en el organigrama del centro. Acabo de despertarme y, pese a lo inmediato, no logro fijar el escenario. Se desvanece lo soñado. Ahora, sin embargo, aparece una imagen de ella, el sujeto de la reunión, no sé si fruto de mi conocimiento personal o de las conclusiones que extraigo tras presenciar el cónclave. Se trata de una señorita de agradable aspecto que rondará la treintena. Hago un esfuerzo y recupero un plano general en el que creo reconocerme sentado en un extremo de la mesa. Es un aula habilitada para seminarios y que se halla sumida en la penumbra. Apenas tomo la palabra. Debería haberme implicado más. Defendido a Laura. Para mí siempre fue una persona importante. Si tengo valor la llamo esta tarde. Pero, ¿aún vivirá? ¿Y yo?

3 comentarios:

La Vieja Dama dijo...

Sueños, ausencias, preguntas sin respuesta...

Me gusta su entrada de hoy, Sr Lerín. Mucho.

Iste dijo...

Y...esta Laura.. ¿ Es la que da tono y medida, la inspiradora de
" Estoy aqui, lejos de aquellos años en que gustaba de Saroyan (..) los desplantes de mi bella Clara de Herstad (..)"?
Qué poema...

Ferrer Lerín dijo...

No, esta Laura es (era) Laura Arregui Caminreal, profesora de latín y griego. La de La hora oval forma parte de otro campo de ensoñaciones, casi modernistas.