viernes, 11 de junio de 2010
Moción bis
La traslación anónima o automática de muebles es un fenómeno conocido desde la antigüedad. Por lo que respecta a mi ámbito familiar recuerdo los fragores nocturnos consecuencia del arrastre de camas, cómodas o secreteres en el piso situado sobre el nuestro en la avenida José Antonio 688 de Barcelona. Mi padre llegó a hablar con un comisario de policía, paciente suyo, pero este no le dio importancia al asunto diciendo que era algo normal en la mayoría de casas de la derecha del ensanche. Ahora, y esto me preocupa grandemente, llevo unas semanas comprobando como se mueven muebles, en especial los más pesados, aquí en mi domicilio de Villaviciosa de Asturias. (“Sólo levantarme corro al salón a ver si hoy también... Creo que voy a enloquecer.”)
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7 comentarios:
Mi vecino, don Restituto, del 3º 2ª agarró una enfermedad tropical que lo fulminó en dos meses. Es extraño porque era de Caspe y no pasó jamás del sur de Tortosa .Mezquino como era y son a su vez , su prole y allegados, la herencia está empantanada y el piso vacío. Todas las noches taconeo de agujas , pasillo arriba , pasillo abajo. Se diría un metrónomo turgente.
Quiso ser vedette del Plata de Zaragoza , debe estar familiarizándose con los tacones.
El tutú del jardinero ha desaparecido y el gato está raro. Eso sí ,con los muebles sólo tropieza.
Fabricaban sonidos
con el tornabís
y poseían un arsenal de extraños instrumentos.
Entonces, jugábamos a pelota.
Hay intimidades muy cercanas que no llegamos a conocer y están ahí, separadas tan solo por una pared medianera o un forjado. Un forjado tiene un espesor de 30 cm como máximo y encima hay otros seres que andan en zapatillas o con tacones de aguja entre risas o quizás lágrimas, tan cercana y sin embargo desconocidas, separadas solamente por una lámina de material de construcción. A veces el orgasmo vecino está junto a la cama de tu dormitorio separado por una pared de ladrillo hueco que con sus correspondientes aislantes (si los hay) no tiene un grosor de más de 20 ó 25 cm. Cuando te metes en la cama tu cabeza está muy junta a la de tu vecina de cabellera pelirroja que se ha recogido al acostarse. Se producen ruidos, no solo de muebles sinó tambien gemidos, susurros o toses asmáticas.
Todo demasiado cerca. Puede ser inquietante.
Francesc Cornadó
Y en los forjados se encofran cosas curiosas o en los huecos de las bovedillas se ocultan miserias.
Ahí va una somera lista de memoria de cosas que he visto añadir como tropezones al hormigón , posteriormente vibrado o no.
Llaves, llaveros y monedas.
Botas y paletas y niveles.
Dientes, relojes y un gato muerto.
Barras de pan, mirlos y cucharas.
Navajas, calendarios y gorriones.
En los huecos de las bovedillas de hormigón: sacos de yeso vacíos llenos de excrementos,latas de atún y lápices de carpintero.
Una vez vi como gunitaban sobre una urraca viva.Horroroso.
Lo de la urraca me pone muy triste, precisamente una urraca.
Yo he encontrado cosas rarísimas entre bovedillas:
los brazos de un maniquí de yeso
huesos de jamón
una pistola
un molinillo de café
una jaula de pájaro.
Pero lo raro es que también encontré el hueso de un jamón entero dentro de un bajante, inexplicable. ¿Cómopuede haber llegado a meterse un jamón dentro de un tubo de uralita?
Pero lo inquietante continúa siendo el gemido mal atenuado que se produce al otro lado de la pared medianera. Un gemido que puede ser de dolor o de placer y que está tan solo a 30 cm de tu cabeza.
Hace dos años un joven enloquecido mató a su madre con la ayuda de su novia. Vivían en el piso de la occisa y ésta se negó a darles dinero. La trocearon con una radial y parte del cuerpo fue al contáiner de la basura y parte por la bajante. Interrogado por el mosso le explicó que retiró el sanitario, sacó el sifón , extrajo el primer codo y por ahí deslizó parte de los restos de la que le parió.El cadáver no ha aparecido , sólo se encontraron restos de sangre cerca del sanitario.Se delataron ellos mismos . A pesar de las sospechas que levantó el hecho de que no denunciaran su desaparición, recordemos que era la dueña del domicilio, no pudieron contenerse y decían a los vecios que habían hecho algo muy fuerte por amor. ¿ Qué pensaría el vecino que oyó a la radial chillar y atascarse? Treinta centímetros , yo lo pienso cadad día.
Es que...se hace cada cosa por amor!!
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