lunes, 3 de agosto de 2009

Alusiones 1 (Apéndice)

El ejemplar utilizado por Sergio Vilar le sería entregado por el director del semanario, el novelista Ignacio Agustí (Barcelona, 1913-1974), al que, a instancias de mi padre –condiscípulo en los Jesuitas de la calle Caspe-, yo se lo había dedicado y enviado.

Hará unos meses apareció dicho ejemplar en una conocida librería de viejo de Barcelona que cuelga sus listas en internet. Sin duda la dedicatoria autógrafa, detalle que se hacía constar en la referencia, justificaba, por la nombradía del destinatario, el elevado precio: 300 euros. Para mi sorpresa, al poco tiempo, había sido vendido. Raro fetichismo.

3 comentarios:

Ferrer Lerín dijo...

La soledad biográfica.

Istefel dijo...

Calle abajo. Fajos de dinero en el bolsillo. De derecha a izquierda, nervioso, pensando en ese libro y en que la soledad, la completa, excluye, quizá, el pasaje, la sucesión, el imperio de las formas.
Pero..desde el mio, pequeño y remoto, al menos, el sonido metálico de las latas expuestas al clonck clonck..

Anónimo dijo...

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