martes, 18 de agosto de 2009
Han vuelto
¿Quién habló de ellas? Primero, un grupo de montañeros astures que recorrían las gargantas de Aísa (“se oían a lo lejos... como lobos” dijo Petín Almas del concejo de Lena). Luego, tres profesores de la Universidad Católica de Lovaina herborizando por Canal Roya (“diría que eran grandes perros agonizantes” apostilló el profesor Marcuso). Ahora, un preboste local y su secretaria en una jornada de asueto en el puerto de Somport (“pasé mucho miedo“ confesó Sabrina). Pero fue al bajar del coche en el aparcamiento situado frente a la iglesia parroquial de Ascara cuando el sacerdote que iba a celebrar misa topó con una mujer latrante. Esta, arrodillada, de cara al templo, con los brazos en cruz, iniciaba la tanda de ladridos. El hombre de Dios no supo reaccionar a tiempo y horrorizado tuvo que soportar las blasfemas réplicas surgidas de diversos puntos del caserío; un coro de aullidos se elevaba en el frío aire de la mañana anulando la llamada de las campanas al oficio. Hacía cinco siglos que no se registraba su presencia. Se las dio por extintas. En 1499 fueron quemadas vivas cinco de ellas, de origen zaragozano, en el pueblo de Villanúa. En 1515 se logró ahorcar en Biescas a cuatro oriundas del Valle deTena. ¿Qué está pasando? se interroga Localia TV. Sin duda una nueva epidemia de hechicería circunscrita, por el momento, a la emisión de sonidos cánidos por hembras de raza humana. Hembras que van llegando. Desde los santuarios y ermitas pastoriles de la cabecera de los altos valles. A las aldeas en campo abierto. Novés, Guasillo, Sinués, Esposa, Castiello de Jaca, padecen ya tan singular compañía, aunque nadie sabe si forman parte de la población de iure. No han capturado ninguna. Ninguna ha sido identificada. Visten sayas negras inmensas y velos tupidos. ¿Ladran por sí? ¿O son ladradas? Ante las gentes desaparecen. Unas son tragadas por la tierra fértil. Otras huyen como centellas dejando un reguero de quejidos breves. Algunas, y esto yo sí lo he visto, son fulminadas por los rayos de las tormentas.
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14 comentarios:
En mi modesta opinión de investigador del fenómeno me atrevería a decirle que no debería hablar usted en plural. Se habla de ellas, pero solo hay una. Y usted la vio. Cayó fulminada, pero el rayo no es nunca una muerte definitiva para ella; por sus características los atrae, y son imprescindibles para su supervivencia. Sería una larga historia explicarle como supe que solo hay una … que en otro momento quizá podría relatarle.
¡Inquietante, inquietante...!
No obstante, lo de los rayos finales suena a bendición bíblica...
;-)
Pues me gustaría mucho, Sr. Anónimo, que me relatara cómo sabe que sólo hay una mujer latrante. ¿Es acaso una persona de su entorno familiar o productivo? ¿Por simpatía, ladra usted también?
No sé si este espacio es el mas adecuado, pero me alegra poder compartir con usted mi experiencia. Ella es muchas, y muchas cosas (perdone mi falta de rigor en la descripción , no soy hombre de letras, soy un simple fotógrafo de bodas y festejos familiares). Yo pude hablar con ella, si, las personas a las que he hecho participe de este encuentro se han mostrado siempre desconfiadas, tal vez celosas, no me importa. Yo hablé con ella y aunque casi todo me pareció ininteligible no lo he olvidado. Me dijo que aunque tenía muchas hermanas todas eran la misma, y que también era su propia madre, y que en esta cadena de parentesco nunca intervino un hombre. Me dijo que no era propiamente una mujer (quizá eso explica la falta de hombres en su genealogía, no lo sé, yo no entiendo de estas cosas ). Me dijo que ella, su madre, sus hermanas y todas sus antepasadas, siendo una y la misma, reinaron como esclavas hasta que fueron descubiertas. Aquí lo dejo, perdone la interrupción, me esperan en la iglesia para un bautizo.
Pero no es posible, porque las voces vienen de los gatos,
y de la noche cerrada.
Y, no obstante, insisto, noche cerrada, y voces de los gatos; me explico:
La formación natural del habla humana tiende sin ninguna duda al ladrido con el paso de los segundos, minutos, horas, luego semanas, después meses, más adelante años, derivando con posterioridad a siglos enteros pero de tal forma y con tan singular proceso evolutivo que pasa luego a ser maullido, y, de hecho, nadie a verificado por sí que las cuerdas vocales humanas emitan en su máxima expresión o perfección aguerridos gritos animalescos, que es el estado natural del habla, su cúspide piramidal. Así, que los portentos somos nosotros que hablamos y emitimos sonidos que genericamente se catalogan bajo el lema común " Palabras" ( Todo aquel que no ha evolucionado hacía el estado cuatropatesco aún) y..
Ya lo decía yo: Noche cerrada.
Señor Ferrer,
ella me dijo que nada de cuanto decian podia ser verdad, y que cuando esta condición ¿o dijo consciencia? les resultaba dolorosa ladraban. Que sus ladridos mas que una blasfemia eran un lamento, y que al menos estos no las traicionaban. Que de normal vivian alegres, pero solas por temor a ser identificadas. El dia que esto me contaba no ladró. Y me dolió su falta de dolor.
¿usted hablo con ella?
Bueno, es que quizá no se trate de la misma persona (ya ve que acepto el criterio de unidad). En mi caso la (s) mujer (es) latrante (s) fulminada (s) por un rayo pertenecía (n) a una familia de Pamplona de apellido Lecumberri. O al menos así identificó el forense los despojos. No, no hablé con ella, ni antes ni después de la infausta descarga.
Conocimiento, Unidad/ PLuralidad
canes, gatos o géneros cautivos que gris elemento tras las asombrosas formas.
Lo más importante es que había un terraplén y alguien ladraba, no es así, Señor Conde Lerín?
También, lo más importante es que nuestro bien estimado amigo anónimo
es un excelente fotógrafo que puede captar la mirada solo cerrando el puño.
Yo no escuché , ni oí.
Pero la noche cerrada ( sí) está
CERCA -
Es cierto, Lord Istefel. Amo los terraplenes. A veces, en el sector meridional ("el talud dorado") del terraplén que rodea mi castillo, coloco viejos colchones guardando cierta simetría ajedrezada; los riego y espero. A las pocas semanas germinan plantas ruderales, pulula el seco reptil y se intuye el viscoso batracio.
Bien.
Arrojo los dados con la inquieta esperanza de que este hilo se ramifique y ramifique de forma infinita de unos temas a otros, pues este es el verdadero corazón del contrato. Ahora hilvano y desmadejo la saga de los terrenos fértiles y del Grandioso Gran juego, que Vos habeís tan acertadamente puesto en relación de facto, como decía el querido David Hume: " Matters the facts"--
Jaque mate a las damas ladrantes y Viva el regadio , las hierbas y flores danzantes.
Comienza la partida final, en cuya sala es permitido al público femenino maullar y ladrar, e incluso..condición indispensable para..
Oh Vida!
Y no, no ladraba. Sólo gemía de amor.
Sarah, que encanto! (sin ironia). ¿que tal las chocolatinas?
Cautiva la mirada se desliza hacía el papel que se desliza hacía el suelo y encuentra:
The Embankment
( The fantasia of a fallen gentleman on a cold, bitter nigth.)
Tiempo ha encontré la finura y el éxtasis de los violines - no dice violoncellos -,
en el brillo de tacones de oro
on the hard paviment. Y sucio
Now see I
Que la calidez es la materia misma
of poesy.
Oh, God, make small
la vieja sábana
el viejo viento el cielo
comido por estrellas
That I may fold it round and in comfort lie
y las travesuras que juegan a pie descalzo, Señor Hulme.
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