Arcadio Arcos me envía esta fotografía y el siguiente comentario : “¿El autor sería el mismo que esgrafió el velero?, creo que no, me parece un dibujo anterior, quizá del XVIII. Parece obra de alguien meticuloso que deja unas instrucciones en la pared, algo así como un croquis o un plano sobre la disposición de las vigas. Desde luego un trabajo sin intencionalidad artística.”
Y añado yo que si no hubo intencionalidad artística, si fue una motivación funcional la que indujo a alguien a grabar estas trazas, podríamos encontrarnos ante una manifestación de Arte Casual ya que el resultado produce, en el observador atento, un potente impacto visual; ayudado, claro está, por la acción del tiempo en el soporte.
3 comentarios:
Para mí es arte, señor F. Lerín. Me sobran las interrogaciones de su entrada.
Una de las características (premisas) del Arte Casual es la involuntariedad de la obra, la no intencionalidad estética del responsable material. Es en el ojo del observador atento donde se produce el hecho artístico. Si como cree Arcadio no se buscó la estética entonces este dibujo (considerando el soporte, la pared, como formante de la obra) sería una manifestación de Arte Casual.
Si no escribiera aqui, y lo hiciera, mis dedos estando en otro lado, demorados dubitativos plomizos, entonces el gran lenguaje casí estallaria en mil pedazos pero
jamás nada dio muestras de ello. Y allí retengo unos cruces, algún juego como el del tres en raya o quizá algún delirante con papeles nuevos.
En todo caso mi ansia es demasiada descabellada.
Hallstat.
Iste.
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