martes, 14 de julio de 2009

Los sin hombros

Es una familia querida en el barrio. La madre, florista, especializada en Wagner. El hijo mayor, que fuera dentista, hoy vende cupones en Plaza de Ordicia. La hija, reptante, huronea lista. El hijo menor preside las rifas que los jueves pares celebra Artemisa. Del padre no hay nada que pueda dar pistas; ¿huiría a Chipre?, ¿vivirá en Galicia? Lo cierto es que todos carecen de hombros, el cuello muy gordo, la cara amatista.

5 comentarios:

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Quizás sean familia de Mortadelo, el primer sujeto que conocí sin hombros. Un saludo.

Arcadi dijo...

To whom it may concern , if it really does concern anyone :
Botero de oficio, raquero completo, el juicio perdido , el traje obsoleto. Topo amado y meridional hace tiempo dejó la Sierra , atrás, Gibraltar. Él es ahora tortuga, mochuelos los demás.

Brignom dijo...

Me parece que el padre puede haber huido a Chipre para demostrar que siempre se puede cambiar de familia de serpientes...

Anónimo dijo...

¿"Cambiar"?, creo que usted quiso decir "mudar"...

Carmen dijo...

Se llamaba Teresín. Era soltera. Redonda como una albóndiga elaborada con esmero. Vestía de negro: medias negras hasta la rodilla, incluso en verano. Una enorme medalla de la Virgen de la Soledad presidía sus enormes pechos. Dicen que la medalla iba cosida al canalillo. Otros que su morfé fue resultado de la vergüenza de las corredurías de su progenitor. Yo, en cambio, creo que su cabeza encogió una noche, de mocita, cuando se obcecó en coserse el ajuar de un tirón. Y es que no es lo mismo una servilleta de colorines del Ikea que una servilleta con tus iniciales.