miércoles, 8 de julio de 2009

Domicilios, 6




Tras recibir tu foto fui a ver la casa Werlig-Hammerlass obsesionado por la insólita presencia de un angelote. Mas no lo hallé. Ni señal o huella de que lo hubiera habido. Alguien habló de murciélagos. De enormes cabezas. Aguardando el invierno.

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Gingival
Pág. 70

3 comentarios:

Anonimocuatro dijo...

Los picapedreros siempre han sido maestros en el arte de las escamas, sean o no sean, cada uno y a su manera, ángeles o murciélagos.

Ferrer Lerín dijo...

¡Claro, ESCAMA, esta es la clave! De quita y pon. ¡Qué gran familia de palabras: ESCAMOCHO, ESCAMARSE!

Anónimo cuatre dijo...

Es evidente que ese edificio -cubierto de escamas- sólo puede ser habitado por murciélagos, seres que nada saben de peces y menos de ese pronto algo aprensivo que a veces damos en llamar "escamarse".

Magnífico lo del escamocho:

escamocho.
(Etim. disc.).
1. m. Sobras de la comida o bebida.
2. m. jabardo (‖ enjambre pequeño).
3. m. Ál. y Ar. Persona enteca, desmirriada.
4. m. Ar. Excusa o pretexto injustificado.

no arriendo tus, o sus, ~s.
1. exprs. coloqs. U. para motejar a alguien escaso de bienes.