sábado, 1 de enero de 2011

Sport y exterminio

Volviendo a los onagros y a su sorprendente desaparición de la península ibérica a finales del siglo XVI quizá convenga dar un toque de atención a quienes consideran la caza como una práctica deportiva. En la página 46 del libro de Louis Mercier La Chasse et les Sports chez les Arabes, publicado en París en 1927, podemos leer: “...la persecución de los onagros, seguidos por hermosas y ágiles cabalgaduras, fue caza favorita entre los musulmanes. El rey selyúcida Al-Jillal al-adil, siglo XI, era un apasionado de la cacería de onagros a los que perseguía incansablemente. Abatió tal número de ellos que llegó a construir una torre con los cascos de sus víctimas mezclados con cuernos de gacelas. Esta torre fue llamada al-qurum, es decir torre de los cuernos, y llegó a verla, en el siglo XIII, el historiador Ibn Jallikan.”

2 comentarios:

Lem dijo...

La protohistoria del señorito andaluz , el cortijo , la devastación de fauna y paisaje y la especulación inmobiliaria. Cuanto se acabaron los onagros se dedicaron a la cetrería.

Anónimo dijo...

te aseguro Lem que la devastacion de la fauna y paisaje no es una exclusiva andaluza, date una vuelta por Valencia y Cataluña