domingo, 14 de noviembre de 2010

Textos anónimos 16

Vern Haskell atraviesa el Oeste en busca del hombre que violó y mató a su prometida. Alguien le dice que es posible que encuentre a los culpables en Chuck-a-Luck, un rancho que sirve de escondite a diversos criminales y que regenta una cantante llamada Altar Keane. Para acceder a él, se hace pasar por un fugitivo y Keane le advierte de que en Chuck-a-Luck hay una sola norma: no hacer preguntas.

3 comentarios:

Joan Marrugat dijo...

Marcial Lafuente da miedo!
No. No pienso preguntar...

Anónimo dijo...

La esencia del western

Anónimo aquel dijo...

Vengo del averno, del sótano donde el peso de la vida ha alimentado mi odio.
Los imbéciles que creen adorar el mal han tocado el cuerpo y el alma de mi amada.
Me dijeron que en casa de Ratla Enaek hallaré a los culpables.
Ratla es cantante, sé que sabe la verdad.
Yazgo en su lecho y ella me arrulla cantándome
"No no no, no hagas preguntas, el cielo está caliente, ah, todo se olvida".
Después de dar los mejores besos
vuelvo al desierto y me pierdo para siempre.