domingo, 17 de enero de 2010
Música e Infierno
Interesa menos la relativización de lo feo que postula Karl Rosenkranz en su Aesthetik des Hässlichen (1853) que los términos en que se refiere a Louis Spohr en el mismo tratado: “...músicos como Spohr nos han revelado los sonidos atroces de la perdición, los que el malvado profiere, los gritos y aullidos que manifiesta para ilustrar la escisión de su alma.”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Yo también los he oido. Se anuncian en graves ecos, como un látido en una tumba. Y un dia brotan y ya nada puede detenerlos.
¿Habéis oído el ruido de cierto profundísimo taladro ruso en una introspección o magna cata? Más de algún ingenuo iluminado ha creído que se trata de las voces de los condenados en el Infierno.
El apellido del señor Spohr ya de por sí me resulta diabólicamente onomatopéyico... de ahí que no entienda mi modesta cabecita que el señor Louis escriba sobre escisiones del alma y sonidos atroces...
Sí, por cierto, durante las dos últimas noches, Thalidin.
Es una especie de vibración eléctrica, recuerda vagamente al intermitente crepitar de una resistencia sobrecargada, al intensificado y dulzón zumbido del taladro al que se le agotan progresivamente las fuerzas, sin llegar, empero, a desfallecer por completo..
Hoy se cumplirá la tercera noche, estaré atento.
En la corte de Kassel
El ventanal abierto la pluma temblorosa sobre el papel
y de pronto el horrísono
hipergrito
flagelando la noche de Königsberg.
Alcanzó el primer rellano
tropezó con ya exangüe forma, o cuerpo en semi tono
" Aunque para entonces había quedado prácticamente ciego" ---
Así
experimenta la degustación del sonido
la espeluznante baqueta.
( nonsp)
¡¿Espeluznante baqueta, Istefel?! Me suena a "un verso" de Edgar Varèse, siempre acertado y horrísono, pero nunca diabólico.
Estimadísimo Thalidin:
Le aseguro que ese encadenamiento afloró espontáneamente, sin el concurso de autoridad alguna de por medio..
Edgar Varèse?
Profundizaré, baqueteado o no.
Y en cuánto al fragor persistente, le mantendré puntualmente informado.
http://www.youtube.com/watch?v=a9mg4KHqRPw
A toda esa zambomballa de inspiración Ligetiana debería añadírsele el acumulador calorífero parapetado en mi cuarto de inferentes sueños.
Hete aquí la procedencia del zumbido de fondo que invade la ciudadela de mi oído noche tras noche.
( Nota: " zambomballa" no es registro útil, ans sólo flor de un día.)
Le agradezco, Thalidin, el enlace.
Bueno, esa performance -que así llaman ahora a lo de "poner la carne en el asador"- es más bien juvenil; las primeras puestas en escena de esta música, no le quepa a usted duda, animado Istefel, sí que le habrán sonado a música infernal a los ingenuos melómanos de entonces; sin lugar a dudas, la tacharon de "ruido". Y una aclaración, cuando Ionisation fue compuesta (1929-1931) Ligeti, nacido en 1923, tenía la edad que usted, estimado Istefel, ya se ha animado a calcular en este preciso momento... Pero, bien, en cultura, y más en la sonora, no nos quepa duda de que las influencias son diferidas y extrapolables. Imaginemos a un rosagante Ligeti gritando ante un tambor y un platillo, sacando armónicos de la tensa piel y el delgado y vibrante metal, y a Varèse anotando los inspirados ánimos de un genial niño gritón.
Y no deje usted que su "Zambomballa" tenga la efímera vida de un hápax... Saludos
Entono entonces el mea culpa; escribí muy a la lige-ra. En mi entusiasmada audición lo primero que precipitó al fondo fue el paralelismo con ciertas imágenes de estrellas en furibunda erupción y astronautas pasmados trasladados insospechadamente a una suite lujosa..
Algún día mi osadía llegará al extremo de postular a Zelenka como excelso alumno aventajado de Shostakovich...pero usted sólo sonría, por favor, amable, entrañable y apreciado amigo Thalidin..
Publicar un comentario