domingo, 13 de julio de 2008
Falso lupo
¿Recuerdan aquel lobo italiano que irrumpió en la muy catalana sierra de Cadí? Pues ahora parece que no era italiano, parece que nos engañaron y que toda aquella historia del adn de sus excrementos igualito al adn de los excrementos de sus hermanos de los Apeninos no era más que una patraña. Hasta un periódico tan serio como El País describió con todo lujo de detalles la ruta que el cánido recorrió para llegar a esa zona prepirenaica; nada menos que por la Costa Azul. Y ahora va e irrumpe un técnico para anunciar que el informe era un montaje. ¡Increíble, qué le habrá pasado por la cabeza a ese hombre para romper el pacto de silencio y lanzarse a contar la verdad! Cuesta creer que alguien en su sano juicio, en aras de no se sabe qué honestidad científica o intelectual, pueda destruir los sueños de tantos niños y adultos. Mira que decirnos que sí, que apareció un lobo (o incluso dos), que el hecho constituyó todo un acontecimiento dado el mucho tiempo que en esas montañas no se registraba la especie, pero que era algo que los naturalistas esperaban dada la expansión que, desde sus cuarteles del noroeste de la Península Ibérica -Galicia y Castilla la Vieja-, se venía produciendo hacia provincias orientales, hacia regiones como La Rioja, Navarra y Aragón. El problema pues es que se trata de lobos charnegos, ¡ESPAÑOLES¡, y había que impedir a toda costa que se conociera este tipo de contaminación. Si vienen de Italia, como si vienen de China, la cosa es diferente, incluso reconforta saber que la patria se robustece aún más con genes inteligentes.
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2 comentarios:
En la Península Ibérica los humanos nos vamos apelotonando cerca del mar y abandonando el interior, con la notable excepción de Madrid. Y cuando se marchan los humanos, vuelve el lobo.
Pensándolo bien, cuesta de creer que un lobo llegue a Cataluña por la Costa Azul...
Escalofríos me dan, pensando en lo que le queda aún por sufrir al hermano lobo.
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