lunes, 27 de agosto de 2018

Camareros



La proximidad entre los restaurantes del Paseo de la Playa permite que algunos camareros sirvan en más de una terraza. Quiero decir con esto que, por ejemplo, Marcos García Rondeño atiende a los clientes del Restaurante Pepitico y también a los del Restaurante La Brasa. 
Ayer, el gerente de La Brasa se dio cuenta de que un camarero, para él desconocido, servía, cobraba e ingresaba en caja los importes de las consumiciones de los clientes de las mesas de su terraza. Preguntó a Marcos y este le contestó que trabajaba en Pepitico y también en La Brasa.
Cuando el gerente de La Brasa habló con el gerente de Pepitico, este le dijo que venían observando al camarero desde hacía algún tiempo, ya que ellos no lo tenían contratado, pero que dada su profesionalidad y honradez prefirieron no investigar.    


8 comentarios:

Anónimo dijo...

un Ferrer Lerín neutro, retomando el argumento del famoso relato Kramer publicado en Papur

Anónimo dijo...

Trabajadores vocacionales.

Anónimo dijo...

más bien fanáticos del simulacro y el gesto

Francesc Cornadó dijo...

Pluriempleo.
Saludos
Francesc Cornadó

Anónimo dijo...

Pluriempleo vocacional, sin deseo de remuneración

Anónimo dijo...

Ejemplo contundente y ejemplar de autoempleo.
Puede esperarse que en el capítulo 2 asomen ya las reivindicaciones.

Ella 2 dijo...

Creo que igual que en el relato "Kramer" que cita el primer Anónimo este relato va de pasión gestual, de simulacro, de no correlato entre trabajo (que no es tal, en el sentido bíblico) y remuneración. En suma, nada de obrerismo y sindicalismo.

Anónimo dijo...

De acuerdo, doña Ella 2, pero admitamos entonces que tampoco hay altruismo.
Yo propondría una forma extraña y silenciosamente jocosa de malabarismo que se opone de modo muy singular al anquilosamiento de las así llamadas relaciones de producción (aunque ya nadie las llame así...).