Descripción de la vivienda
Habitaciones maniáticas para el hombre y su sueño; como la plata
despiertan pasiones.
Pasadizos
hacia oriente como punto de
desprecio enlazan
piezas de pluma, pelo o
escama, soportes consagrados
de las fuerzas malévolas. Jardín
que contiene, símbolo de la
ignominia,
a la bestia en el hombre, la
rubia vaca
de fauces abiertas
por las que sale
a veces
manchado follaje.
Alcobas
en las que seccionan
cerebros a hachazos, donde medran,
con la ayuda de ritos
diplomáticos,
el hongo, el tifo que
aventaja al conserje, la tenaza, la pinza
que arrebata extremidades.
Diancecht
así mata a la hija,
botánica, apasionada,
por divulgar los nombres de
las sesenta y cinco especies
crecidas sobre la tumba
de Míach
su hermano.
Cenizas húmedas en el suelo
del hogar
aplicadas en la herida
incurable abierta
en el pecho del valiente,
balaustrada
volcada al océano,
valoración nocturna
de una brizna de tierra,
puñado de materia primitiva
útil en la caza de gamos.
Baños, piscinas,
mármoles de madriguera
incrustados
en la falda de granito del
nombre del dueño, hombre
de peculiar contorno,
caballero indultado, no sólo en la lápida
sino en las mentes de tantas
niñas color anís,
fervorosas filles chatouillées.
Hiela sangre. 2013.
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Fotografía: Juan Almagro
3 comentarios:
Soberbio poema !!!!!!!!!!!!!
Me resulta imposible darle una valoración al verso de Lerín. Excede cualquier valoración
En la poesía española actual no hay nada ni remotamente comparable a los dos últimos libros de poemas de Ferrer Lerín: "Fámulo" y "Hiela sangre".
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