Me
hablaron de una mujer muy alta, y fui a verla. Con las mujeres altas se baila
bien, se viaja bien, quedan bien, te hacen quedar bien. A veces, sin embargo,
se trata de seres deslucidos, de naturaleza olvidada, que sólo son buenos si se
ven por detrás, vestidos. Pero aquí el material era de calidad; una hembra
cómplice, divertida, proclive a la perplejidad espontánea y un aspecto general
barcelonés que hubiera complacido a mis queridos padres. Pero se malogró
pronto. Sería su relación con Blatta, sería la ingesta desaforada de taxina o
serían las secuelas de aquel atropello por una Berlingo, pero la cuestión es
que la perdí. Me olvidaba, contrajimos matrimonio, una boda relámpago, muy
oportuna, que me ha permitido disfrutar de los pingües beneficios del negocio
familiar: un moderno taller dedicado a la fabricación de bupis, esas braguitas
de espuma coloreadas, velcradas, de carácter superficial.
lunes, 22 de abril de 2013
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9 comentarios:
No dejan nunca de sorprenderme estos relatos magníficos. En Malena (“canta el tango como ninguna”, decía Gardel) el tono entre resignado y triste del principio se transforma en el punto: “Me olvidaba…”. Una vuelta de tuerca hilarante y muy elocuente respecto al interesado narrador. Aplausos.
La realidad ayuda, y mucho. Apenas hay que esforzarse. Se trata de una historia sacada de la vida diaria del poeta.
Cortijo:
Urma Purroy y Nebrijo “Calandrina” matinal, marinera del rendijo.
Abdénaga Marcial Urquijo aguadera de albañal, reina del Buen Crucifijo.
Urania de la Miel “Mar fijo” que no supiste reblar cuando Juan mostraba el pijo.
Nieves “Cula” Sebastián malandrinera acertijo, de nalgas como de hijo.
Esbota Redil “Calamar” comulgante de Ontinar, somatena de un canijo.
Mulna, Casiana y Besís suscriptoras de “El país”, defensoras del botijo.
Los Berlingo los carga el diablo.
y eso que es Anónimo? una relación de terminaciones en ijo como Cortijo?
Eso es parte de la Bibliofilia 9, uno de los relatos de Papur
Una pregunta, Sr. Ferrer Lerín ¿Qué es o quiere ser la taxina? Parece tener consecuencias fatales.
La realidad, sí, no está mal, aunque la ficción es muchísimo más lógica y verosímil.
Malena Cortijo vive en una zona en que el tejo es abundante y la taxina es un potente tóxico que se halla en las semillas de este árbol.
¡Sos grande Lerín!
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