sábado, 20 de agosto de 2011

Partida doble

He ido al encuentro de la muerte y ha llegado por partida doble. Por un lado la esquela, pegada a las rejas del atrio occidental catedralicio anunciando la muerte de Gordito Relleno, compañero de tapete durante decenios y compañero de ingesta de un jamón de Trevélez y tres botellas de Dom Pérignon en una noche memorable, mano a mano, sentados en el exterior arbolado de su fábrica de cemento. Y, por otro, un ser transparente muy alto y delgado, con venas verdosas y ojos hundidos, al que llaman Semen, esperando a los peatones para explicarles quién era de verdad el fallecido, qué había detrás de la fecha de defunción, del nombre y de los apellidos; un ser transparente más cercano a la muerte que el templo vetusto y la esquela mal pegada con papel engomado. Para mí ha sido una partida doble, un encuentro doble, lo que yo buscaba y lo que ha venido, la información mural y el cancerbero elocuente. (Empiezo a creer que la atracción que siento por las notas necrológicas excede a la curiosidad por la onomástica y se debe a la necesidad de irme acomodando al mundo de los difuntos.)

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Otra referencia a ese lugar en http://ferrerlerin.blogspot.com/2008/04/una-giornata-particolare.html

7 comentarios:

Istefel dijo...

El mundo de los difuntos no vendrá.
Y si llega que sepa
que en Retuerta del Bullaque
un buho real
colisionó contra una torre de alta Tensión, dijeron, pero
ignoro de momento el estado del ave, sólo que
ocasionó incendio
y eso para el mundo de los vivos, el único
posible?

Istefel dijo...

( Cualquier explicación es posible)

Yo soy esa dijo...

En ese mundo, el de los difuntos, estamos todos desde el mismo momento de nuestro nacimiento. Nos lo deberían enseñar en las guarderías, junto a las primeras letras y el "arriba-abajo" izquierda-derecha", etc.

Jacetano de toda la vida dijo...

Conocía a Gordito Relleno y conozco aún a Semen. Ambos caminaban y caminan hacia la muerte de modo evidente pero las razones eran diametralmente opuestas: Gordito la buscaba, Semen intenta evitarla.

Aurora Muñoz dijo...

Buenas Francisco, soy Aurora Muñoz de El País. Le escribo porque quería poner en marcha un reportaje sobre el peligro que suponen los parques eólicos para las aves migratorias.
Me interesé por este tema porque la novia de un amigo está trabajando en un parque eólico del Campo de Gibraltar donde tiene que patrullar la zona de molinos y avisar si ve alguna especie en peligro de extinción cerca. Me sorprendió la cantidad de aves que caen por culpa de estas estructuras y quise escarbar un poco a ver que está sucediendo, pero me encontré con la sorpresa de que esta chica que trabaja allí tiene un contrato de confidencialidad que le impide contar cuantas aves caen y la mayoría de los pormenores de su trabajo. Y aquí es donde interviene usted.
En primer lugar quería que me explicase cual es la situación actual, que normativa tienen que aplicar los parques eólicos para proteger a las aves, hasta que punto se respeta y si en cualquier lugar se puede colocar molinos. Lo digo porque el Campo de Gibraltar es una zona donde tradicionalmente cruzan las aves de Europa a África y me parece especialmente peligroso, por mucho que los vientos del Estrecho sean rentables.

Otra de mis dudas es saber por qué las aves no son capaces de escapar a estas estructuras fijas en muchas ocasiones, ¿vuelan a una altura similar? ¿se sienten atraídas por las luces de seguridad? A lo mejor usted puede explicarme el comportamiento de los pájaros ante estos gigantes.

¿Sabe qué multa tienen las eólicas por la muerte de especies protegidas y en qué consisten los estudios de impacto medioambiental previos? ¿Tiene conocimiento de que se haya retirado alguna vez un molino por la alta mortandad de aves? He leído que algunos se paran en ciertas épocas (http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Paro/forzoso/molinos/viento/elpepuespand/20081119elpand_22/Tes), pero de retirada, nada.

Lo último que me queda por pedirle –aunque tiene pinta de ser improbable- es si tiene contacto con algún “avistador de aves” en uno de estos parques y puede ponerme en contacto con él.

He intentado escribirle al correo que me dejó el año pasado y me devuelve los mensajes. Si le apetece echarme una mano no dude en escribir a: auroram@elpais.es

Chelo dijo...

¿donde estás?, estoy destrozada por la muerte de mi 7º buitre desde que se cerró el CRAC Boticario y sólo encuentro comprensión en "Familias...." recordándolo todo, hasta me reí entre las lágrimas. Tambien sentía deseos de escribir mi versión sobre todo aquel grupo tan unido y que tan poco tenía que ver con la actual "gestión de las aves necrófagas".
Me importa nada que todo el mundo se de cuenta de lo cierto de la "carga de ternurismo", la verdad es que solo me importan ellos. A veces los discípulos serán monstruos.

Ferrer Lerín dijo...

Ya estoy en Jaca. Siento lo de la muerte del 7º. ¿Qué pasó con lo de Aurora Muñoz? Me lo cuentas, pero mejor por correo electrónico.