domingo, 10 de abril de 2011

Maniobras

He contado en público repetidas veces la historia de uno de mis bisabuelos que apareció con las uñas clavadas en la tapa del ataúd cuando los enterradores se disponían a trocear embalaje y embalado para hacerle sitio a un nuevo ocupante del nicho. Pero ahora me llega noticia de que unos funcionarios, en la misma faena de esponjamiento, hallaron a un tipo que dejó escrito a lápiz un mensaje en el interior de la caja.

25 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Me parece que Perucho habla de algún Tapies en el intradós del ataud.
Salud
Francesc Cornadó

Anónimo aquel dijo...

¿Llegó a revelarse qué decía tal escrito?

Uñas clavadas y escritos, ¿muestras de una misma y desesperada "iluminación"?

Salutaciones

Elías dijo...

Lo bueno sería saber qué ponía el mensaje del occiso.
Imagino que nada bueno porque enterrarlo con vida es mucha mala leche.
Y luego está el detalle del lápiz, que tiene miga.

Abrazo.

Anónimo dijo...

Don Elías, un lápiz es como una navaja, puede resultar imprescindible en los momentos límites.
Es seguro que lo más suave que habrá dicho el afectado fue un rotundo "¡No estoy de acuerdo!".

ohsinopeus dijo...

porque se deshecha que lo llevara escrito antes de ver a la dama de luto, claro; habrá signos de ceguera y claustrofobia en el pulso. sin duda el mensaje... y el destinatario.

Ferrer Lerín dijo...

Usando el término que introduce Cornadó diré que el tipo del que me hablaron escribió el mensaje en el intradós de la tapa del ataúd. No sé qué asociación poética norteamericana financia la compra de lápices de mina blanda para colocar en el bolsillo superior de la americana de sus socios finados.

Ajax Nash dijo...

A ver quién tiene el cuajo necesario para escribir en el entredós a oscuras , pachucho se entiende , o conmocionado cuando menos , con poco oxígeno y ¡ boca arriba con un boli bic ! La ley de la gravedad lo reclama todo.

Subasiti dijo...

Don Ajax Nash: existe un bolígrafo que desafía las leyes de la gravedad. Dícese que es usado por los astronautas que vuelan esquivando la chatarra espacial.
Don Paco: Habría que aperar con esa clase de artilugios a tales poéticos finados.

intradós.(Del fr. intrados).
1. m. Arq. Superficie inferior de un arco o bóveda.

De bóveda en bóveda: la uterina, la craneal, la de la tapa del ataúd...

Johannes A. von Horrach dijo...

Tremendo. Señor Ferrer Lerín, ¿me permite una pregunta sobre la época (año si es posible) de la muerte de su bisabuelo?

saludos

Istefel dijo...

En El féretro familiar.


Era un muerto en vida
ahora un vivo muerto

un salero
la alfombrilla para el ratón

cava un hoyo, cava un hoyo, cava un hoyo.

ohsinopeus dijo...

fijación mía ¿no turba quién es el receptor del mensaje, incluyendo las comprensibles ofertas de la desesperación? igual es demasiado obvio que el yacente se sabía exhumado y escribía a la posteridad, como para hacer mención; pero el caso es que se me despliegan otras sugestivas posibilidades dado el color local del hecho.
por otra parte, entendí el "entredós" de ajax nash como un interesante juego de palabras apoyado en el que parece ser el leitmotiv de esta "maniobra", con permiso de subasiti.

Ferrer Lerín dijo...

Para Horrach. Se trataba del padre de mi abuelo paterno Abilio. Teniendo en cuenta que Abilio debió nacer en torno a 1880, calculo que su progenitor moriría a principios del siglo veinte.

El peletero dijo...

Nos podemos preguntar qué escribió, pero sin duda sabemos que escribió algo, ¿la razón?, la misma por la que escriben todos los que escriben.

Johannes A. von Horrach dijo...

Gracias. No se me ocurre una historia más subsuelítica que estas: resucitar en un agujero infernal para volver a morirte con la peor de las desesperaciones.

saludos

Anónimo dijo...

y repartir telefonos móviles a los finados?

Sumul dijo...

La idea que propone Anónimo ya ha sido elucubrada y llevada a la pantalla, creo. Un nuevo frente para la expoliadora telefonía móvil. San Coltán cuidaría de "los despistes" instigados por litigios y herencias. ;-) "Hola, soy yo, todavía no me he muerto. ¡Eh! que todavía no me muero, ¡eh!"

Anónimo dijo...

Es una historia que nunca había oido sobre nuestro común bisabuelo. Ahora entiendo porqué mi madre siempre decía que nos aseguráramos de que estuviera bien muerta antes de enterrarla.

Lupo dijo...

Habia estado callado porque me obligaron a callar pero vuelvo para felicitarle señor Lerin por esta historia del difunto, es lo mejor que he leido en mucho tiempo y tan concentrado,

Marga Iriarte dijo...

¡Qué estremecimiento! La historia me da repelús -la de su abuelo y la del otro que tuvo el cuajo de escribir en esas circunstancias y a ciegas-. Con lo sencillo que sería instalar un interruptor conectado al parque de bomberos, o meter en el ataúd un walki talki. En fin, que todo es ponerse y solucionar esos pequeños trastornos cotidianos.

Anónimo dijo...

¿Y si iniceramos? ¿Se acabaría la literatura premorten traumática?

Istefel dijo...

Mediante arte capnomántico los
inertes trenes
hablarían
a los bivalvos
vivos.

---

Señor Lupo, buenos días, de nuevo y quizá
para siempre.

Anónimo dijo...

¡Qué horror, todavía tiemblo!

Anónimo dijo...

Nos hemos comido las uñas y nos han robado los lápices.

Istefel dijo...

http://ny19thcenturysociety.tumblr.com/post/64980103650/todaysdocument-need-a-knock-em-dead-prop-for

Todo sale a la luz.

Anónimo dijo...

ME DA EL PASMO