miércoles, 22 de diciembre de 2010
Textos anónimos 17
El pirata Pedro Ramón Francisco García es el terror de los océanos. Tras abordar y desvalijar un navío español, se deshace de los prisioneros e intenta vender a las mujeres al bergante Ramírez. Sin embargo, el segundo de a bordo, Suárez, hace reconsiderar a García su decisión proponiéndole pedir un rescate por ellas. Su plan se irá a pique cuando un extraño personaje enmascarado, que se mueve entre las sombras sigilosamente, intervenga y los pille de improviso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
El Zorro. Supermás o Dios. Uno de los tres, quería salvar a las secuestradas.
Luego, ya lo tramitará Leyre Pajín con sus modificaciones a la ley de violencia de género.
TUNDIDO Y AHOGADO
El pirata Pedro Francisco
ha asaltado nuestro barco.
He sido tundido y arrojado al agua.
Ahora comparto el sueño de los ahogados.
García, el pirata, se deshizo de mis camaradas y ha querido vender a las mujeres que había a bordo.
Monedas tintineando amenazantes sobre el dorado o moreno miedo que exuda la más hermosa piel.
Desde aquí oigo, asordinada, la voz de Suárez, el segundo de a bordo, que sugiere retenerlas y pedir un cuantioso rescate.
Dícese que en las sombras vive
un enmascarado que tiembla bajo
el narcótico y dulce sueño justiciero, liberar a las presas y angustiadas mujeres.
Desde el fondo del mar veo la calafateada quilla del navío.
Escucho el entrechocar de los sables,
el ágil y seco rumor de las cuerdas desenrrollándose.
Todo indica que, expulsado de las sombras por la brisa y el eterno salpicar del agua, al fin
ha llegado el enmascarado.
FFL, ¿Has ensayao ya los villancicos?
Publicar un comentario