viernes, 20 de marzo de 2009

Topografía

La distancia ornitológica, o mejor, ornítica, es la que permite ver
aves en vuelo incluso sin el auxilio de aparatos ópticos.
Esa es la distancia no conseguida en los modernos viajes,
cuando la sucesión de fotogramas que aparecen tras el cristal
nos muestran una realidad siempre apartada e inalcanzable,
y también la que se describe en el poema “La ciudad alejada”:
‘Y al otro lado, sobre el cantil que limita la margen derecha,
colgada, desmoronada sobre el vacío, descubro una ciudad apiñada,
incorporada a la textura y color de lo que la rodea,
desprovista de luz y quizá de aves,
tal es la lejanía que no permitiría apreciarlas’.

























El primer perfil constituye el límite de la distancia ornítica.
El segundo, y no digamos el tercero, no permiten observación alguna.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y qué se puede decir del horizonte auditivo? Esta mañana en plena ciudad creo haber escuchado a una pertinaz lechuza en un jardín que prefiero no nombrar (cierta casa de oración...). Me sorprendió ese encuentro, que me recordó otro, con contemplación incluida, en un terrado de la prestigiosa Ciutat Vella. En mi cualidad de bípedo desplumado he de confesar que me han sorprendido esos encuentros, dado que se supone que estas pequeñas lechuzas no tienen costumbres diurnas...

Ferrer Lerín dijo...

"Pequeñas lechuzas" me hace pensar que utilizas "lechuza" para nombrar a cualquier especie del orden de las rapaces nocturnas lo que nos podría llevar a considerar que no fuera la especie Lechuza sensu estricto sino, por ejemplo, la especie Autillo. Intenta describir la voz de esas aves. La Lechuza acostumbra a cazar de día sobre todo cuando tiene pollos que alimentar.

Anónimo dijo...

Ajá, entonces tiene que ser algún Autillo, o individuo/a de esa especie que usted nombra. Su voz sonaba como un uuuh corto, algo "melancólico". Puesto que estaba en sona sacra puede ser que se dispusiera a hacerse con algún producto casposo próximo a alguna sotana...

Ferrer Lerín dijo...

Sí, la voz tal como la describes podría corresponder a un ejemplar de Autillo -Otus scops-. No es mala alimentación para este caballero un surtido de ratones de atrio, claustro y sacristía.

Anónimo dijo...

La dislexia y el despiste ya llega: sona = zona; aunque haya zonas en las que se tañe más de un son...

Anónimo dijo...

Se trata del jardín del edificio rodeado por un jardín entre las calles Balmes, Diputaciò, Enric Granados y Consell de Cent... El Autillo -Otus scops- se hallaba a media mañana en la calle Diputaciò. Me alegra saber que pueda haber comido algo interesante ese melancólico ejemplar.

Ferrer Lerín dijo...

Ese edificio es el Seminario Conciliar de Barcelona.