miércoles, 4 de marzo de 2009

Textos anónimos 11

Para evitar ser ejecutado en la horca, un vaquero acuerda un matrimonio de conveniencia con una joven pelirroja de carácter difícil e independiente. Tras la ceremonia, la chica, que se dedica a comerciar con pieles, no quiere saber nada de su marido, pero éste no dejará de insinuarse ante ella hasta conseguir su objetivo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

EL CUATRERO INSISTE

Hazme libre, así estés enfadada. / Mi bella pelirroja, mi bella hada. / Ven a mí sin tus pieles, iluminada, /
ven a mí, bella, mi bienamada.

Anónimo dijo...

Ya ve, estimado Paco, que yo también insisto, como el cuatrero de la peli esa. Ha puesto usted rapidísimo mi comentario.
Muy, muy bueno lo de la Luz Pineal.