domingo, 18 de agosto de 2019

Putrefactio
















































Grabado de autor desconocido publicado por Lucas Jennis en su compendio de textos alquímicos "Musaeum Hermeticum reformatum et amplificatum". Fráncfort del Meno, 1625.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Francfort del Meno?

Ferrer Lerín dijo...

Fráncfort del Meno es el exónimo de Frankfurt am Main, como Turín lo es de Torino, Ginebra de Genève y Lérida de Lleida; siendo un exónimo, tal como dice la Academia, el nombre con el que un lugar es denominado en una lengua distinta a la vernácula, fenómeno propio de todas las lenguas cultas.

Francesc Cornadó dijo...

Dice Holly Williams que “En general, cuanto más reciente es un cadáver, mejor se trabaja con él”.
Según cuenta Holly, la descomposición empieza unos minutos más tarde de la muerte con un proceso llamado autolisis, o autodigestión. Poco después de que el corazón se pare, las células se quedan sin oxígeno y su acidez aumenta a medida que los derivados tóxicos de las reacciones químicas se acumulan en su interior.
Las enzimas comienzan a digerir las membranas celulares antes de filtrarse por las células rotas. El proceso suele empezar en el hígado, rico en enzimas, y en el cerebro, que tiene un alto contenido en agua. Finalmente, todos los tejidos y órganos se colapsan del mismo modo. Rotos los vasos sanguíneos, las células se depositan, por efecto de la gravedad, en los capilares y las venas pequeñas, decolorando la piel.
La temperatura corporal empieza a caer también, hasta adaptarse al entorno. Es el momento del rigor mortis –“la rigidez de la muerte”-, que comienza por los párpados, la mandíbula y los músculos del cuello y sigue con el tronco y las extremidades. En un cuerpo vivo, las células musculares se contraen y se relajan gracias a la acción de dos proteínas filamentosas (la actina y la miosina), que se deslizan a la par. Tras la muerte, las células se ven privadas de su fuente de energía y los filamentos proteicos quedan inmovilizados. Esto provoca la rigidez de los músculos y la parálisis de las articulaciones.
Ante el cadáver Holly es locuaz y sigue y sigue...
Saludos
Francesc Cornadó

Ferrer Lerín dijo...

¿Holly Williams, la cantante?

Francesc Cornadó dijo...

Es Holly Williams el de la funeraria.
Creció en el norte de Texas, ha trbajado siempre en una funeraria familiar donde ha visto y manipulado cadáveres casi a diario desde la infancia.

Su trabajo consiste en recoger cuerpos de personas recién fallecidas en el área de Dallas-Fort Worth y prepararlos para su funeral.

Saludos
Francesc Cornadó

Ferrer Lerín dijo...

¡Vaya, qué amistades tan peculiares tienes!