Caligrafía
Recibo correo de un calígrafo. Se declara seguidor
de mi obra y se ofrece a caligrafiar mis prosas y versos. No dice si todos. Lo
hará de balde. Firma Zafiro.
Contesto que estoy encantado. Responde preguntando
qué poema prefiero. Contesto que el que él quiera. Responde con una foto. Un
texto del libro Fámulo caligrafiado en letra Champiñón sobre la
hoja de un cuaderno bastante grueso. Parece que estaba preparado.
Pregunto si me lo envía escaneado o me envía el
original. Y entonces ocurre algo maravilloso. Contesta “Lo que tú quieras”.
¿Alguien alguna vez me dijo esas palabras? La verdad es que no lo recuerdo. “Lo
que tú quieras”. Y de balde.
Ciudad
Corvina (2018)
5 comentarios:
Prodigiosa entrada.
aquí se demuestra que muchas de las historias lerínicas responden a la realidad
Una "realidad" tamizada...
Para una buena porción de la realidad, si así lo queremos sus lectores, el Tamiz se llama Ferrer Lerín El Gran Cribador.
[...]
y soñador ––nacido
en Tiernas.
2
Y si vino a instalarse
en capas superiores, dispuesto
a cambiar el curso
de la historia,
nadie
preguntó por qué. [...]
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