miércoles, 3 de enero de 2018

Órdenes


Cuentan que el tirano medo Astiages castigó a su pariente Hárpago ordenando que en un banquete le sirvieran trozos de su hijo asados. Mi padre, el ginecólogo dentista Ferrer Auger, ordenó que en un almuerzo en el Gran Hotel de Jaca me sirvieran una suela de cuero vacuno empanada, con gran apuro, todo hay que decirlo, del probo maître, que fallecería al poco tiempo quizá de tanto repetir que él nunca se hubiera atrevido a gastar una broma a un cliente... pero lo había ordenado un médico.


11 comentarios:

Anónimo dijo...

A ti, maître honesto, ¿te alivió la muerte tanto como creías, ... o acaso está el dejar de vivir aún lejos del estar muerto?

Seguidor dijo...

La gastronomía no es ajena a la obra de Lerín.

Anónimo dijo...

Seré breve:
Ejerzo la abogacía (actividad no tan glamurosa como la suya, pero realmente interesante)  y como ocupación adicional altruista no remunerada doy clases de inglés para extranjeros muy forasteros.
Durante las últimas veinte semanas mis alumnos, además de avanzar en su inglés y conocerle han aprendido Literatura (y yo con ellos) gracias a las indicaciones de este blog y a parte de alguno de los textos de sus libros que previamente traducidos les muestro.
Alentados por la respuesta y convenientemente descifrado por mí, le prepararon un mensaje de felicitación. Con un par de palabras suyas hubiera sido suficiente. Muchas gracias.

Le ruego que no publique esto.

Ferrer Lerín dijo...

La verdad amigo Anónimo que no he entendido nada. ¿Sus alumnos han avanzado en su inglés, se refiere al mío?, ¿dónde me muestra las traducciones?, ¿los alumnos prepararon un mensaje de felicitación que hubiera sido suficiente con un par de palabras mías? Me pide que no publique las traducciones y la felicitación... pues claro, no las he recibido.

Voz de doblaje de Robert de Niro dijo...

Abogado, sé que estás ahí, abogado...

Andy El Sereno dijo...

Después de descifrar, no sin esfuerzo, el farragoso texto del anónimo que ejerce la abogacía, llego a la siguiente conclusión: los alumnos de las clases de inglés, que el abogado imparte como "ocupación adicional" en su tiempo libre, le hicieron al señor Lerín un comentario más o menos poético en la entrada anterior de este blog. Dicho comentario pretendía funcionar como felicitación, pero al ser poético y anónimo, sin explicación alguna que indicara su intención, nadie comprendió su contenido. Ahora se le reprocha al Sr. Lerín no haber respondido a una felicitación inexistente por incomprensible. No exijamos tanto y, si queremos ser entendidos, hagamos el esfuerzo mínimo de explicarnos.

Andy El Sereno dijo...

Cuando digo "en la entrada anterior de este blog", en realidad me refiero a la entrada titulada "Capítulo 16". Deduzco que el tercer comentario anónimo es la felicitación.

Ferrer Lerín dijo...

Gracias Sr. Sereno; a partir de ahora Hermeneuta Oficial de mi blog.

Andy El Sereno dijo...

De nada, Sr. Lerín. Un honor.

Anónimo dijo...

La orden de un médico siempre es una extraña lección.
Entre la filosofía y la supervivencia.

Hermenéutica 16. Indagaciones transversales en las orillas de este magnífico blog.

Xavi dijo...

Contraindicar a un médico sin pleno conocimiento... uh.

Att.