miércoles, 7 de septiembre de 2016

Saludo




Saludo

Al compás de tu brazo mecánico
las calderas
siguen ardiendo, renuevan las llamas, levantan
pesados martillos. Y nosotros, och och
(igual que esa polea
de madera astillada),       
perdemos la fuerza
como nadadores
en el frío desierto.

Ten, sin embargo, hermana, el díscolo
centollo, la elegancia
extrema, aplica
sobre el áspero lomo de la cebra
las fuerzas tan poderosas
que el vaivén de la vida
no os suponga,
a ti
y a tu hijo cabezudo,
en esta fiesta extraña,
anormalidad alguna sino
feliz recorrido; grasa en abundancia
sobre los ejes y
la mirada puesta en el objetivo: carnes
de primera, espacios
desprovistos de maleza, limpieza
profunda
en el viejo y rastrero emisario, cuadrículas
nítidas
en el bloc de cuaresma
y la herida, pletórica en larvas, que ilumine
este fin de milenio.

Och det vart afton, och det vart morgon, den andra dagen.
Y fue la tarde y la mañana, el segundo día.

--- 

Hiela sangre (2013)

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poema extraordinario.

Francesc Cornadó dijo...

Hiela sangre es un libro indispensable.
Saludos

Ferrer Lerín dijo...

Este es un poema no comentado por la crítica, oral o escrita.

Anonima dijo...

Pues ya se lo comento yo don paco el poema da escalofrios

Anónimo dijo...

No es fácil de "comentar", pero desde luego es un poema asombroso, de gran fuerza y misterio. No abundan poemas así en los libros que se publican en España.

Anónimo dijo...

¿Qué significan las palabras finales en alemán?

Ferrer Lerín dijo...

El último verso es la traducción.
Se trata de la Biblia sueca; Génesis (1:8).

Anónimo dijo...

Gracias Sr Ferrer.

Anónimo dijo...

Joder, Paco.

Anónimo dijo...

Y la foto qué es?

Ferrer Lerín dijo...

La foto es de una sepultura en la catedral de Jaca.

Anónimo dijo...

prodigioso...!!!!!!