El
Hombre que Contaba las Personas que Entraban (H.C.P.E.) no ejercía su tarea
como una obligación sino que daba rienda suelta a un impulso que le dominaba
desde niño, cuando ya se plantaba delante de las iglesias. Luego, en la
adolescencia, cambió de escenario, plantándose delante de los supermercados. Y ahora, ya adulto,
disponiendo de vehículo propio, se traslada a la periferia y se planta delante
de las grandes superficies. Su labor siempre ha provocado interés entre sus
familiares y amigos que, sin embargo, nunca han disimulado su inquietud al
considerar que el recuento de entradas quedaba cojo al no complementarse con el
recuento de salidas. Razón por la cual, el pasado viernes, se produjo una explosión de satisfacción
generalizada al verle acompañado por quien se supuso era el Hombre que Contaba las Personas que Salían (H.C.P.S.). Pero,
desgraciadamente, se trataba de alguien que pertenecía a otro sector ocupacional. Se trataba de un amigo de la infancia: el Hombre que Sólo se
Alimentaba de Merluza (H.S.A.M).
viernes, 9 de septiembre de 2016
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5 comentarios:
????????????????????
Restando el número de personas que salen del número de personas que entran se obtiene el número de personas que están dentro, éstas figuran anotadas en la lista del Hombre que Cuenta las Personas que están Dentro (H.C.P.D.)
Saludos
Francesc Cornadó
bien bien señor ferrer ahora jugamos al despiste, me quedo con el poema de ayer, pero confieso que me ha gustado esta historia peculiar
El Hombre que Cuenta las Historias Más Extraordinarias. H.C.H.M.E.
¡Taxonomías contadoras! El Hombre que contaba Saludos (H.C.S.), El Hombre que contaba novelas no escritas (H.C.N.E.), La Mujer que contaba aviones (M.C.A.), El Niño que contaba Ríos (N.C.R.), etc.
Sr. Ferrer L., excelente su texto (también por delirante).
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