Debió de impresionarle lo bien que montaba y desmontaba la
grapadora porque en seguida enlazó sus piernas con las mías. Íbamos en el 180,
en el asiento trasero, echados, y tapados con una manta color café. El coche
circulaba marcha atrás por un túnel ferroviario. No sé quién era el tipo que
conducía y de las tres bulliciosas mujeres sentadas en el asiento del copiloto
luego se dijo que eran portuguesas. De cintura para arriba, mi compañera
recordaba a Le Coq Sportif.
lunes, 23 de septiembre de 2013
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6 comentarios:
Perdone que hable de otra cosa. Usted, rebautizado por El País, comentando sobre Mutis. La sinestesia como soterrada ciencia de la naturaleza (humana):
"Francisco Ferrer Lenín (Barcelona, 1942). Escritor y ornitólogo
Oigo "Álvaro Mutis" y veo la obra selvática del aduanero Rousseau. Quizá esta sea la más perfecta de las sinestesias que me acorralan."
Un gran saludo
Mis propios hijos, sin ir más lejos, deben su existencia a la pericia de sus padres en el montado/desmontado de grapadora.
La operación apertura/cierre del dispositivo seguida de la correspondiente reposición de elementos para eficiente sello de cohesión siempre ha estado vedada al alcance de mis torpes, desmañados e imprecisos movimientos manuales baldíos, desaforados.
Grapa ¡ Oh, sueño! ¿ Por qué me has abandonado?
Nos tiene que decir de una vez por todas qué diablos es lo que mezcla con el tabaco
O sea...
¿ Que era pechugona y adoraba a los Sex Pistols?
O sea...
¿Ella era pechugona y adoraba a los Sex Pistols?
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